La Junta asume el arreglo del canal de Láchar que se dañó con las lluvias de abril

Las máquinas y técnicos de la administración andaluza trabajan desde ayer sobre el terreno para reconstruir los 200 metros del sistema de riego que destruyeron las lluvias del pasado 21 de abril.

Unos 161 agricultores de la Comunidad de Regantes del Canal del Conde no pueden suministrar agua a sus fincas desde entonces. La actuación llega tras numerosas peticiones de los afectados a las administraciones. Los agricultores se han reunido en este tiempo en hasta tres ocasiones con delegada de Agricultura de la Junta de Andalucía, Carmen Reyes, y, posteriormente, con el delegado de Fomento, Antonio Ayllón, que acudió al terreno junto a un técnico para evaluar los daños el pasado 6 de junio. Una semana después, la Junta anunció a los agricultores que se haría cargo de la reforma y les confirmó que la actuación comenzaría inmediatamente. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a quien pertenecen las competencias, no dio ninguna respuesta a los agricultores ni a este periódico sobre sus posibles medidas para el arreglo. La edificación del sistema de riego se remonta a 1992 y los afectados aseguran que ya vivieron este mismo problema anteriormente. Las obras consistirán en la recomposición total de la estructura y en el refuerzo y modernización del sistema. Finalizarán dentro de un mes. Además, según explicó el presidente de la Comunidad de Regantes del Canal del Conde, Manuel Romero, también se fijarán los bloques de hormigón que componen el canal para que no vuelva a suceder un episodio similar ante nuevas precipitaciones.

El rostro de Manuel muestra signos de alivio. A su cierta tranquilidad, se suma la de Antonio y un sinfín de nombres más hasta llegar a los 161 agricultores que componen la Comunidad de Regantes del Canal del Conde. «Nos han devuelto la vida», expresa el presidente de la entidad, Manuel Romero.

Estos vecinos de Láchar no solo vieron sus fincas arrasadas por las lluvias del pasado 21 de abril, también han sufrido el destrozo del canal, motivo por el que van a estar sin poder regar sus cultivos tres meses. Cada uno de ellos ha perdido una media de 10.000 euros entre los efectos de las lluvias y las consecuencias posteriores. La mayoría no ha podido plantar aún las hortalizas de esta temporada ni el maíz, pero ven ya la luz al final del túnel. «Nadie se puede imaginar lo que esta obra significa para nosotros. Estaba en juego el pan de nuestra casa», señalan. Sus fincas no reciben ni una gota de agua desde hace más de un mes, cuando se registraron las últimas precipitaciones en el municipio. No obstante, prefieren no pensar en lo que han perdido y poner la mirada en julio, cuando esperan que sus cultivos vuelvan a remontar. La desesperación llevó a los agricultores a plantear un arreglo costeado por sus propios bolsillos a través de un crédito. Pero esta desesperación ya ha desaparecido y el descanso impregna sus caras. En solo un mes podrán volver a regar.