P.G-T.
Tribunal en Granada

Juicio por extorsión: «Amenazaban con cortarle los dedillos a mi nieta y quemar a mi hijo»

Testifica la familia que perdió su patrimonio a consecuencia de las deudas de juego de su primogénito

Miércoles, 15 de enero 2025, 00:33

En Pinos Puente los habitantes habían oído hablar en la calle y en Facebook de las penas que pasaban sus vecinos. La familia perdió del ... tirón su patrimonio, varios pisos, una estación de servicio o unos olivos, a consecuencia de las deudas de juego de su primogénito. Lo que no sabían muchos es que, presuntamente, les extorsionaban.

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Las denuncias que empezaron a resolver la asfixia financiera, la iniciaron dos notarios a los que les resultó raro los títulos de reconocimiento de deudas. Poco más tarde el padre de familia, ya fallecido, se desmoronaba en el cuartel de la Guardia Civil. El 'Tonto' de Pinos Puente, conocido criminal que murió en 2019, le reclamaba 600.000 euros y la 'chuminga' un millón. Entre los prestamistas acusados, para los que fiscalía pide seis años de cárcel, se encuentran también familiares de la chuminga (su marido, su hijo y su yerno), tres hermanos de Pinos que se quedaron con la gasolinera y otros dos particulares, padre e hijo.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada acogió este martes el juicio. En esta nueva sesión, declararon todos los testigos: tres miembros de la familia denunciante, dos abogadas y varios agentes de la Guardia Civil. Para empezar, los miembros de la familia negaron que el padre hubiera mantenido relaciones sexuales con 'la chuminga'. La mujer, en la sesión previa, había asegurado que era la prostituta del fallecido y de ahí, de cuatro años y medio de servicios insatisfechos, alegaba que partía la derrama. Sin embargo, la mujer del fallecido y sus dos hijos alegaron que el hombre, con problemas cardiacos y una hernia inguinal, no podría haber copulado con la supuesta prostituta. Además, el hijo mayor, que padecía adicción al juego y drogadicción, afirmó que la relación con la chuminga se inició con su petición de crédito para saldar la deuda que había contraído primero con el 'tonto'.

«Dios os bendiga», dijeron dos acusados que pudieron salir de la sala

«Fue un infierno. Las amenazas eran diarias, no dejaban de venir a casa a deshoras. Decían que le iban a cortar los dedillos a mi nieta y a mi hijo menor que le iban a romper todos los huesos y tirarlo a la hoguera», manifestó, en relación a la acusada y los suyos, la mujer del fallecido y madre del exadicto al juego. Los cuatro hijos sufrieron directa o indirectamente amenazas, al igual que la abuela paterna, también fallecida, a cuyos bienes tuvieron que recurrir. Los intereses eran altísimos. Los demandantes aseguraron que la chuminga y los suyos se quedaban con la caja que hacían en la gasolinera. De igual forma, manifestaron que el padre e hijo procesados, quienes hicieron un préstamo personal, no les amedrentaron en ningún momento y pudieron dejar la sala con un «¡Dios os bendiga!». La audiencia tendrá que valorar retirar los cargos.

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Por su parte, agentes de la Guardia Civil declararon que atendieron en numerosas ocasiones al fallecido, «cada vez más consumido» por las presuntas amenazas. Uno de los instructores aseguró que, de las declaraciones en el cuartel del fallecido, se traslada que los empresarios-hermanos que adquirieron la gasolinera tenían una empresa de fertilizantes que suministraba insumos para el growshop del 'tonto', que tenía a su vez una deuda con los empresarios y a cambio, para saldar el conflicto, «hicieron trueque» de deudas. Razón por la que la benemérita aludió a un posible delito de blanqueo de capitales. Sin embargo, los acusados, 'los gambullones', manifestaron que adquirieron la concesión de la gasolinera y compraron al fallecido, el padre del ludópata, y a su familia una casa en ruinas y unos terrenos. Además de ayudarles personalmente con algunos préstamos. La familia denunciante mantuvo que no recibieron presiones por parte de los tres hermanos.

La acusación particular había aportado un escrito donde demandaba que se les encausara también por un presunto delito de blanqueo de capitales, a lo que las defensas mostraron su desacuerdo. Una vez finalice el proceso, la familia perjudicada de Pinos Puente tendrá que rearmarse tras la ruina emocional que ha vivido.

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