El presunto homicida de Íllora comparecerá el viernes ante el juez para la ratificación de la prisión

Según han informado a IDEAL fuentes judiciales, la comparecencia de B. J. H., de 23 años, se desarrollará mediante videoconferencia desde el Centro Penitenciario de Albolote, adonde fue enviado por el Juzgado de Guardia de Loja tras entregarse, al día siguiente del trágico suceso, en la Comandancia de la Guardia Civil de Granada.

Según las mismas fuentes, en el acto previsto este viernes el juez podrá tomar declaración al investigado, que tras su detención y puesta a disposición judicial se acogió a su derecho constitucional a no declarar. Eso ocurrió el pasado 18 de agosto y el Juzgado de Guardia acordó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza al apreciar «riesgo de fuga».

En el acto fijado para este viernes el juez instructor resolverá sobre la situación personal del presunto homicida, esto es, si continúa encarcelado como preso preventivo hasta el juicio o revoca esta medida.

IDEAL ha podido saber que la acusación particular que ejerce la familia de Juan, que está representada por el abogado penalista Rafael López Guarnido, pedirá que se ratifique la medida de prisión provisional.

La terrible muerte Juan Castro, que era estudiante de la Universidad de Almería y un chico muy querido en el pueblo, se produjo la madrugada del 15 de agosto en la calle Diego de Siolé de Íllora. Juan iba acompañado de su novia cuando fue asaltado por el investigado, que buscaba a un amigo suyo tras una trifulca anterior en una caseta del recinto ferial. La chica también fue golpeada.

La víctima, según consta en el auto por el que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Loja (que era el órgano que se encontraba el día 18 en funciones de guardia), fue zarandeado y recibió puñetazos y, una vez cayó al suelo, también patadas. «O me dices dónde está (...) o te mato», fue la advertencia que el presunto homicida le hizo, según la resolución.

«Tras los golpes en la cabeza, Juan cayó al suelo mientras que B. continuó dándole patadas». Y viendo que el joven quedaba «inconsciente», huyó del lugar de los hechos. Juan falleció «como consecuencia de los golpes». Pero no solo eso, de acuerdo con el relato que recogía el auto de prisión, el presunto agresor se marchó diciendo «si lo he matado, que me busquen».

La muerte de Juan ha causado gran consternación en el municipio de Íllora, donde se convocó una manifestación espontánea el mismo día 15 de agosto que acabó con el asalto a viviendas y vehículos del entorno familiar del presunto homicida. Los familiares del investigado, que se sienten víctimas de un posible delito de odio, han regresado al pueblo esta semana.