Un joven de 19 años con discapacidad física queda aislado 12 días en su piso de Granada tras el robo de su silla de ruedas con motor

Cuando Agustín llegó, pudo entrar al portal y llamar a sus colegas para que le ayudaran a entrar en la vivienda.La silla de ruedas con motor, valorada en 1.500 euros, quedó estacionada en el descansillo del portal, mientras sus compañeros lo cogían en brazos para que pudiera entrar en la vivienda y celebrar esa bienvenida a este 2021 recién estrenado. Pasaron las seis de la tarde, las siete, las ocho y las nueve. Agustín volvió a salir del piso con la ayuda de sus colegas para coger la silla de ruedas y marchar a su casa.Pero la silla no estaba.Se la habían robado para no se sabe qué y en aquel preciso momento no había pistas de quién o quiénes habían podido ser. Agustín no puede moverse sin la silla y por tanto el hurto tenía una lectura de fondo bastante tenebrosa porque la víctima se iba a quedar sin poder moverse, en su casa, hasta que apareciera.

Los amigos y la familia de Agustín buscaron el vehículo por el barrio, salieron de Cartuja para patear el resto de la ciudad en busca de la silla convertida en la herramienta que le permite llevar una vida más normalizada a este joven de tan solo 19 años, un luchador nato y nada conformista con la vida.

La silla no aparecía tras buscarla un día y otro y otro más. Así, que decidió acudir a la Policía Nacional el 5 de enero para presentar la denuncia. Los investigadores del grupo de Hurtos comenzaron a indagar y comprobaron que el edificio donde estuvo la silla estacionada disponía de cámaras de seguridad, que grabaron el robo del vehículo. Fue una pareja del mismo inmueble la encargada del hurto de la silla el mismo día en que Agustín acudió a ver sus amigos, el 1 de enero sobre las 18 horas. La vieron, la tomaron en pulso y la subieron al piso de este hombre y mujer, ubicado en el mismo edificio al que acudió Agustín a visitar a sus amigos.

Cuando los agentes acudieron a la vivienda de la pareja, esta reconoció que tenían la silla y la entregaron sin ningún problema. No aclararon en ningón momento con qué finalidad la sustrajeron.No lo dijeron.Los dos detenidos carecen de antecedentes penales.

Policía Nacional devolvió la silla a Agustín el 12 de enero. Desde entonces ha retomado su capacidad de hacer una vida lo más normal posible. Ahora no para quieto.