Shahm le choca los 'cinco' a uno de los cirujanos que le operó del corazón. R. L. P.

La intervención 'real' que salvó a Shahm

Solidaridad ·

El niño de 4 años tuvo la mala suerte de nacer con una cardiopatía en un país en guerra. Con ayuda de la Casa Real ha podido operarse con éxito en Granada

Domingo, 26 de junio 2022, 00:28

Esta historia comienza a escribirse a partir de un mensaje de Instagram en una anodina tarde de martes: «Hola, buenas tardes. Me gustaría hablar con ... usted». Hussien, en nombre de su familia, tenía un objetivo que estaba dispuesto a cumplir a toda costa, quería mandar un mensaje de agradecimiento a España, a sus ciudadanos y al mismísimo Felipe VI. ¿El motivo? Se lo cuento enseguida; aguarden un poco. Primero observen a un pequeño niño rubio y guapo. De ojos claros y sonrisa fresca. Es un James Dean sirio con una camiseta de Mickey Mouse que corre, ríe y presume de gafas de sol. Son rojas, el mismo color de sus cachetes tras tanto beso que caza de sus padres.

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Ahí está, en Granada, despreocupado, como si su vida nunca hubiera estado en peligro;como si sus padres no hubieran tenido que remover Roma con Santiago, o más adecuado aquí, Aleppo y Beirut con la Zarzuela para que pudiera tener una vida como la de cualquier niño. «La operación salió muy bien, no hay más que verlo», dice el cirujano Joaquín Sánchez Gila justo después de chocar los 'cinco' con Shahm, su paciente. Ahora parecen íntimos, pero hasta que se cruzaron un día en un quirófano del hospital Materno Infantil de Granada tuvieron que suceder un sinfín de avatares.

Nazem, padre del chaval, y Hussien y el chico. R. L. P.

El primero de ellos es la llegada de dos tías y un primo del niño Shahm a Granada hace ya muchos años. El segundo es que el James Dean sirio naciera con una patología cardiaca congénita. El tercero es que su país esté en guerra y mantenga un sistema sanitario colapsado. Y por último, que la Casa Real sacara de la desesperación a su familia con un gesto de ayuda humanitaria.

La historia

Hussien es primo del chico. Vive en Granada desde hace 16 años. Vino un día de visita cuando era adolescente y decidió volver para quedarse para siempre. Es casi más español que sirio, dice, y habla castellano a la perfección. Un día le escribió a un periodista. Tenía una buena historia y un agradecimiento que hacer. Su mensaje de Instagram era el último proceso de una cadena de favores que comenzó en 2018 a más de 5.000 kilómetros de distancia.

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Cuenta que Shahm se puso tan malo un día que se lo tuvieron que llevar al médico, algo difícil en Siria. El niño tenía apenas un año y lo que le suena a él es que no podía respirar bien. La situación del país era (y aún lo es) un desastre. Desde 2011 vive en guerra, lo que mantiene sus servicios completamente arruinados. Por eso solo pudieron detectar que, efectivamente, el niño estaba enfermo, pero no sabían muy bien de qué.

Abajo (i), los médicos; Abajo (d): los padres y el chico. Arriba: la familia. Ramón L. Pérez

Con la incertidumbre a cuestas, la familia cruzó la frontera hasta el Líbano para despejar dudas. «La situación médica es mejor allí. Le dijeron que tenía un problema de corazón, un estrechamiento de una válvula del corazón que requería una intervención», explica Hussien. El problema fue que en aquel país tampoco le garantizaban la curación. La recomendación del hospital fue que trataran de hacerlo en Europa y, rápidamente, pensaron en España, donde tenían familia. Activaron a Hussien y a dos hermanas. Y así comenzó una odisea burocrática interminable.

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La intervención

Para visitar a un médico español la familia empezó a mover papeles. Hussien presentó en la Policía Nacional una carta de invitación. El objetivo era que le tramitaran un visado por 15 días para que diera tiempo a operarlo... pero no iba a ser tan fácil. El primo de Shahm recuerda como si fuera ayer cómo recibieron la negativa tajante de la embajada española en Beirut. Creían que aquello no era más que un ardid para instalarse en España. «Tardaron tres meses en respondernos que 'no'. Así que recurrimos. Lo hicimos hasta cinco veces y las cinco nos dieron la misma respuesta», cuenta Hussien, que aquellos días le dejaron un regusto amargo. Reconoce que perdieron la esperanza mientras veían cómo la enfermedad avanzaba.

Pero entonces a alguien se le ocurrió una locura: escribirle una carta al rey de España. No tenían nada que perder.Era la última bala... y la dispararon a principios del año 2019. A la Casa delRey le mandaron traducidos los informes médicos del chaval y la garantía de que aquello no era más que una petición de ayuda para salvarle la vida a un chico de dos años.

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Fueron uno, dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis meses los que esperaron a que sonara el teléfono. Y de repente un día lo hizo: «Llamaron a mi tío desde el Ministerio de Exteriores español instándole a que volviera a presentar la solicitud para el visado, que esta vez se la aceptarían por mediación de la Casa Real. No nos lo creíamos», señala Hussien. Inmediatamente tendieron lazos con el Virgen de las Nieves, donde contactaron con el entonces subdirector del Materno Infantil, Abdo Abdallah, que les ayudó a tramitar los permisos. Y así fue cómo ese mismo año la doctora María del Mar Rodríguez conoció a Shahm y confirmó que tenía una estrechez en la válvula pulmonar del corazón que había que operar.

Pero si creen que aquí acaba la historia, están equivocados. Porque el niño era demasiado pequeño para operarlo. Así que la familia tuvo que regresar y esperar un par de cumpleaños y hasta el final de una pandemia para poder ponerse en manos finalmente del equipo de Hemodinámica del hospital. EduardoMolina y Joaquín Sánchez Gila curaron al chico. Dilataron su válvula pulmonar con un balón-catéter que le introdujeron por la femoral. YShahm ya corre dos días después. Su padre Nazem no sabe ni qué decir para agradecer la «solidaridad» de España. Dice que Shahm será médico y que estudiará en Granada para que pueda hacer por otros lo que un día hicieron por él.

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