«Me intentaron robar y no lo consiguieron, pero sí me rompieron una costilla»

«Iba a mi trabajo, como todas las tardes, y tres jóvenes sentados en un muro comenzaron a decirme si tenía un cigarro. Cuando les dije que no, se bajaron y me dijeron que les dijera la hora. Y a partir de ahí se me echaron encima para intentar atracarme y quitarme una bolsa que llevaba en la espalda», comenta Antonio, un vecino bastante conocido en esta barriada. Lo peor estaba por llegar.

Los tres malhechores intentaron arrebatarle la mochila que llevaba colgada y en la trifulca cayó al suelo. «Me resbalé y caí. Una vez tumbado, me dieron patadas, después comenzó a venir gente y huyeron». Antonio fue evacuado a un hospital para ser atendido. «Me rompieron una costilla y el tabique nasal», advierte. Comenta que por el hospital aparecieron dos policías. «Me estuvieron haciendo preguntas para ver si podía reconocer a los tres jóvenes y para que les describiera su físico».

En la última semana, se han registrado dos robos más a vecinos del barrio en las calles Ceniceros y en Montesclaros.

«Los vecinos estamos cansados. No es justo que tengamos que estar sometidos a la dictadura del miedo por culpa de estos robos y por eso no vamos a quedarnos de brazos cruzados. Vamos a organizar protestas», explica Carlos Yagüe, portavoz de la plataforma vecinal por un Albaicín Seguro.

Esta plataforma pide a la Subdelegación que el barrio del Albaicín vuelva a disponer de una comisaría como la que hubo hasta los primeros años de la década de los ochenta cerca de la entrada al Arco de las Pesas.

«Estamos sufriendo los problemas delictivos por culpa, la mayoría de las ocasiones, de jóvenes extranjeros que viven en casas okupadas en el Albaicín y arrastramos el problema desde hace tiempo.Necesitamos más presencia policial, pero de forma permanente», advierte Yagüe.

Estos problemas fueron tratados en la última junta municipal de distrito celebrada en el Albaicín.