Estas son las instrucciones que dieron a Juana Rivas los jueces de Italia para autorizar el viaje de su hijo
La corte ordenó a la madre que no expusiera al niño ante medios de comunicación, abogados, médicos o psicólogos y no lo involucrase en asuntos judiciales
Los problemas de la expareja provocan que, desde hace ocho años, los tribunales italianos ordenen y decidan con detalle los pormenores de la vida de ... los hijos de Juana Rivas y Francesco Arcuri. De hecho, la Corte de Apelación de Cagliari tuvo que dar el visto bueno al viaje del pequeño. En un auto, en poder este medio, los tribunales sardos determinaban las pautas y condiciones para acceder al traslado, entre ellas daba claras instrucciones a la madre sobre lo que debía abstenerse para «asegurar, incluso durante la estancia en España, la plena protección de la tranquilidad» de su hijo.
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Los jueces aceptaron que el pequeño saliera del país porque la madre alegó en verano dificultades para viajar por problemas de salud. Consideraban «funcional» el viaje para el interés superior del menor tanto por promover una verdadera coparentalidad, permitiendo la convivencia del niño con la madre y el entorno materno español, como para remediar temporalmente la interrupción del vínculo con el hermano mayor Gabriel, quien, convive en España con Juana», decía el escrito. Sin embargo, demandaba a la madre que redujera los «factores de riesgo psicoemocional por la exposición del menor».
En concreto, ordenaban que Juana Rivas se abstuviera de comunicar a asociaciones la llegada de su hijo al país y reclamaban en que se «esforzara» para que no se encontrara con periodistas, abogados, psicólogos u otros profesionales, aunque estuvieran relacionados con ella por lazos de amistad personal. Exigieron no involucrar al menor en los asuntos judiciales en curso y no someter al menor a visitas médicas y a ingresos en urgencias salvo en caso de urgencia. Se consideró, además, que el clamor mediático del caso «no puede aportar ningún elemento útil para las decisiones» del matrimonio que «ya han discutido ampliamente en la audiencia».
Hasta el 2 de enero
La Corte de Apelación exigía que el menor mantuviera contactos telefónicos diarios con su padre o la madre actualizara cada dos días su estado. De forma adicional, se decretó incluso cómo tenía que ser el traslado al aeropuerto y el intercambio del niño.
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El tribunal autorizó el viaje desde el 22 de diciembre al 2 de enero exclusivamente. La autoridad dispuso que Juana Rivas Gomez se encargara de acompañar al menor durante el traslado de ida y vuelta desde Cerdeña y, si esto no era posible debido a las
condiciones de salud de esta última, que esta tarea sea realizada por la hermana de la madre de Maracena o, en última instancia, por el padre, Francesco Arcuri, con los gastos de viaje a cargo de ambos padres en partes iguales.
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