Un resto de un dulce similar a estos hizo que el deportista acabase en el suelo. IDEAL

Indemnizan con casi 29.000 euros a un montañero que resbaló con un pionono en Granada

El accidentado, que se encontraba en una cafetería de la capital, fue al servicio y al salir cayó al suelo tras pisar un papelillo con restos del pastel

Yenalia Huertas

Granada

Domingo, 24 de abril 2022, 00:00

El 4 de enero de 2018 fue un día especialmente gris para un experimentado montañero de Granada. La mala suerte quiso que, estando en una ... cafetería de la ciudad, sufriera un resbalón que supuso el fin de su afición. El hombre había ido al servicio, que estaba mojado y, al salir, pisó un papelillo con restos de un pionono. Cayó al suelo y sufrió tales lesiones que le apartaron de la montaña para siempre. Por ello, la justicia ha determinado que debe cobrar la indemnización que reclamaba: 28.960 euros.

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La sentencia, dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 18 Granada, adquirió firmeza a finales del año pasado y, según las fuentes consultadas, el hombre ya ha percibido la suma. Ha sido la compañía de seguros del establecimiento la que ha abonado la cantidad.

En su demanda, el accidentado relataba que «al salir del servicio, se resbaló al estar el suelo mojado y sucio con resto de papeles de piononos, sin haberse adoptado por el establecimiento las correspondientes medidas de seguridad en evitación de riesgos para los clientes».

Papel pegado

Tras el resbalón, se golpeó con la puerta del servicio y «contra una mesa» el codo derecho y el hombro derecho, «cayendo posteriormente hacia atrás, contra el suelo, golpeándose en la columna». Un papel de los referidos dulces se le quedó «pegado en el zapato».

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Rápidamente fue auxiliado por otras personas que se encontraban en la cafetería y fue traslado en ambulancia al Hospital Universitario Campus de la Salud de Granada.

Allí le vieron en Urgencias y le diagnosticaron «traumatismos cervical y lumbar y en codo derecho». Según las fuentes consultadas, el hombre ya presentaba problemas de espalda y esa policontusión fue la puntilla: se le agravó la artrosis cervical que tenía.

Sobre este extremo, el fallo recoge que su patología previa se vio «agravada, desestabilizada, alterada, violentada por la caída y sus consecuencias, con afección directa a su dedicación al ocio de deporte de montaña».

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Antes del dictado de la sentencia, la aseguradora había ya abonado cerca de 4.500 euros, por lo que la cuantía total percibida al final supera los 33.000 euros.

Lo destacable de esta resolución es que, además de estimar la jueza el resto del periodo de curación y secuelas reclamado en la demanda por el abogado del montañero, Joaquín Perales, reconoce un perjuicio moral «por pérdida de calidad de vida leve» en grado alto. Solo por este extremo, el lesionado ha percibido 15.000 euros de los 28.960.

Y es que la jueza, la magistrada Adela Frías, considera acreditado, gracias al testimonio prestado por un testigo y a los títulos y diplomas aportados de los distintos campeonatos en los que ha participado, que la caída le apartó definitivamente del deporte. Dejó de practicarlo y, por su puesto, ya no ha podido apuntarse a ninguna otra competición.

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