La imposición de Carmen Calvo
Crónica Política ·
El PSOE de Granada admite que ha sido una decisión personal de Pedro Sánchez que no les ha gustado ni «un pelo». Pepe Entrena la ha aceptado por «responsabilidad»El 25 de junio de 2001, la entonces consejera de Cultura, Carmen Calvo, inauguró los cuartos de baño de la Alhambra. Recorrió los aseos, se ... fotografió y pasó sus manos sobre los delicados azulejos y el mármol. Probablemente haya sido uno de los pocos estrenos oficiales de unos inodoros. Siempre se necesita a alguien que haga historia. Veintidós años después, ya exconsejera y exministra, la egabrense Carmen Calvo será la primera paracaidista que abra una lista del PSOE de Granada. Carmen de los Mártires.
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Los candidatos cuneros sí fueron habituales en la derecha. Desde Guillermo Kirkpatrick –de los Kirkpatricks del Realejo de toda la vida– en los ochenta, o la ministra Pilar del Castillo, aquella que tras la derrota electoral se fue al Parlamento Europeo para «seguir en la defensa de todos los granadinos». El último, Eugenio Nasarre, aquel que aseguró en su declaración de bienes que disponía de 5.500 libros.
Pero en el PSOE de Granada no había precedentes. Sí en otras provincias con menos peso orgánico. La de Carmen Calvo ha sido una decisión personal de Pedro Sánchez; una imposición a los socialistas granadinos. La propuesta de la dirección provincial era otra. Pepe Entrena planteó el nombre de la vicepresidenta tercera de Diputación, Olvido de la Rosa. Niega que insistiera también con Elvira Ramón –diputada desde el año 2011–, aunque en otras esferas del partido sí aseguran que se manejó ese nombre. La realidad es que Elvira no va en la papeleta del Congreso pero sí en la del Senado.
Ferraz quería otro perfil más «académico» y Pepe Entrena tenía en mente un nombre de prestigio. Con un ligero inconveniente: que la persona aludida no estaba ni disponible ni dispuesta. La todavía rectora, Pilar Aranda, ha insistido en que su voluntad es volver a su cátedra y a la investigación y cumplirá su palabra. El ofrecimiento tampoco le llegó con mucho entusiasmo. Hubo alguna otra opción también del ámbito universitario, pero el miércoles por la mañana ya comunicaron desde Madrid que la decisión estaba tomada.
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El malestar era indisimulable en el PSOE de Granada. «Hemos perdido todo el peso como agrupación», se lamentaba un militante influyente. Además, se interpretaba como un trágala del propio Entrena para liderar él la lista al Senado. «Pepe no tiene necesidad de jugarse un puesto a esta carta», apuntaba otro dirigente. Aunque el secretario provincial niega el cambalache, es difícil evitar esta lectura cuando el desenlace ha sido ese.
A primera hora de la tarde, el secretario de Organización provincial, Álex Casares, tuvo que enviar un mensaje interno para templar los ánimos: «Estamos tratando este asunto desde final de la mañana. Evidentemente no hay ni que decir que es una cuestión que no nos gusta un pelo. Estamos valorando las opciones y en cuanto podamos decir algo más lo compartiremos con vosotros/as. Ya que de momento no hay mucho más que decir que lo que se ha visto».
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«Yo lo que quería era jubilarme, el otro día se lo dije a Pezzi tomando café»
Pepe Entrena
Secretario PSOE Granada
El jueves, en el comité provincial celebrado en Alfacar, Entrena defendió que había aceptado el aterrizaje de Carmen Calvo para no generar más ruido en el partido en un momento preelectoral. Entre «responsabilidad» y «dignidad» optó por lo primero, repitió de distinta forma en varias ocasiones. También remachó que su voluntad tras el golpe del 28M y la pérdida de la Diputación era la de retirarse de la primera línea: «Llevo desde 1991 en la gestión, firmando cosas todos los días. Ahora iré al legislativo, que no lo conozco y hasta lo mismo me gusta, pero yo lo que quería era jubilarme, el otro día se lo dije a Pezzi tomando café». Pero la foto final ya no cambió: la egabrense encabezará la lista al Congreso y Pepe Entrena la del Senado. Fue el regalo de cumpleaños para Carmen Calvo.
UN VETADO Y OTRO FUERA
Hay dos ausencias que llaman especialmente la atención. Una es la de Paco Cuenca, para quien el Congreso habría sido una oportuna y merecida salida tras un resultado electoral que, pese a no bastarle, es de los mejores que ha obtenido el PSOE en la capital. Lo que cuentan en círculos bien informados del partido es que Cuenca ha sido «vetado» directamente por Pedro Sánchez por su posición beligerante tras el paripé y el pucherazo de la agencia de inteligencia artificial. Esta versión no ha sido desmentida y lo sucedido la hace creíble. Paco Cuenca no ha encontrado acomodo mientras que el alcalde saliente de Sevilla, Antonio Muñoz, ha sido recolocado en el Senado.
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Otra falta significativa es la del delegado del Gobierno en Andalucía, el bastetano Pedro Fernández. Incomprensible que la persona que representa al Ejecutivo no figure en ninguna papeleta. La versión es que llegó a estar contemplado para la lista del Senado y que se cayó a última hora. Quizás para no generar otro conflicto.
El caso es que uno de los dirigentes del PSOE granadino con mayor proyección y llamado a tener protagonismo en la nueva etapa que se abrirá en los próximos meses, de momento, corre el riesgo de quedarse sin cargo público.
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