La Huerta de San Vicente cierra por falta de personal
El Ayuntamiento suspende la visita pública a la residencia de verano de la familia García Lorca «hasta nuevo aviso»
Los que tenían la sana intención de visitar este martes la Huerta de San Vicente se llevaron un chasco mayúsculo. Según se informa en la ... página web, «no se ofrecerán visitas al público hasta nuevo aviso», aunque acto seguido se aclara que la tienda sí permanecerá abierta de lunes a viernes. El Ayuntamiento de Granada, que gestiona la Huerta de San Vicente a través de la empresa Gegsa, ha indicado que esta decisión se ha adoptado «por falta de personal». «Es un problema heredado de la etapa anterior», aclaran estas fuentes municipales, quienes agregan que el asunto «quedará resuelto esta semana, probablemente mañana (por hoy) o pasado (por el jueves)».
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En función de los datos facilitados por la Huerta de San Vicente, se colige que la falta de trabajadores atañe a los guías que realizan la visita por las diferentes estancias que conforman la que fuera residencia de verano de la familia GarcíaLorca.
Historia de un despropósito
La historia de la Huerta de San Vicente en los últimos años es la historia de un despropósito detrás de otro. Fue justo hace un año, en la primera quincena de agosto de 2022, cuando el consistorio granadino reabrió la Huerta después de un larguísimo proceso de reformas que se inició en 2017.
Ese verano se encendieron todas las alarmas cuando, en el transcurso de la canícula, un turista se desvaneció por las altísimas temperaturas que se registraban dentro de la finca. Entonces se decretó el cierre de las instalaciones por la incidencia que las oscilaciones térmicas, un calor sofocante durante los meses estivales y un frío tremendo durante el invierno, pudiera tener sobre las personas, pero también sobre los enseres. Tanto es así que el piano que tocaba el propio Federico García Lorca ya estaba ligeramente cimbreado como consecuencia, entre otros factores, de las enormes diferencias termométricas, a lo que había que sumar un bajo porcentaje de humedad relativa.
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Primero se sustituyó la carpintería histórica por una que, hoy día, presenta múltiples desperfectos. Después vinieron más y más promesas incumplidas, luego un cambio de gobierno municipal y, por fin, en el primer semestre de 2022, la instalación de un sistema de climatización que el Ayuntamiento pagó con 105.000 euros del Plan Alhambra –obras y equipamiento–.
La Huerta de San Vicente tiene la catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC), la máxima figura de protección patrimonial que existe en la comunidad andaluza. Alberga piezas de enorme valor, como el gramófono que acompañó al poeta como fondo de tertulia y en sus horas sentado en el escritorio, un dibujo de su amigo Salvador Dalí, otro de Manuel Ángeles Ortiz o un cuadro de Rafael Alberti. También la guitarra con la que el propio Federico amenizaba las siestas de los García Lorca.
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La vida cotidiana del poeta en los veranos que pasó en la Huerta de San Vicente consistía en descansar junto a los suyos, visitar o recibir a sus amigos –Manuel de Falla, Miguel Pizarro, Antonio Gallego Burín, Manuel Ángeles Ortiz, Eduardo Blanco Amor, Eduardo Rodríguez Valdivieso, etcétera–, y sobre todo escribir. Si al principio era una visita obligada en sus agitados años madrileños de la Residencia de Estudiantes, a partir de 1931 comienza a ser el refugio necesario para su escritura, en el contexto del reencuentro con el paisaje de sus orígenes, la familia y la simplicidad campesina.
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