Terraza en un establecimiento en Pedro Antonio de Alarcón. RAMÓN L. PÉREZ

Los hosteleros de Granada piden mantener la ampliación de terrazas hasta fin de año

Abogan por ordenar las mesas para evitar molestias a los vecinos con una medida que se planteó como temporal por la Covid, y ahora está en estudio

Javier Morales

Granada

Lunes, 24 de mayo 2021, 00:10

En la primera desescalada, el Ayuntamiento de Granada quiso facilitar la recuperación económica de los hosteleros tras dos meses de parón. A finales de mayo, ... la concejalía responsable de Ocupación en la Vía Pública difundió una instrucción para ampliar «temporalmente» la superficie de las terrazas de la ciudad, compensando así las reducciones de aforo y las distancias de seguridad entre mesas. En agosto, el área de Medio Ambiente agilizó los trámites para que los 'pubs' se transformasen, mediante una declaración responsable, en locales de hostelería con música, evitando el cierre de los bares de copas ordenado por la Junta cuando empezó a tomar altura la segunda ola del coronavirus.

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Si en aquella primera 'nueva normalidad' la esperanza era el frenazo a la transmisión después de dos meses de confinamiento severo, ahora lo son las vacunas. Andalucía espera, como el resto de España, alcanzar el 70% de la población inmunizada a mediados de verano. El prólogo es una caída en la incidencia de la Covid-19 y un descenso notable de la presión hospitalaria, con los ingresos a niveles de enero pero con la provincia y la mayoría de los municipios abiertos, al igual que los establecimientos y comercios, y sin toque de queda.

Los inyectables funcionan. En este contexto, y aunque la 'antigua normalidad' parece lejana, las restricciones a la actividad de las empresas de hostelería se verán reducidas en los sucesivos saltos de fase. Sobre la mesa está el debate: ¿es momento de revertir aquellas facilidades que el Ayuntamiento ofreció al sector?

La respuesta difiere según el interlocutor. Los hosteleros entienden que debe haber un orden, y piden que elAyuntamiento haga que se cumpla, pero sugieren que esta medida se mantenga, al menos, hasta final de año, ya que apenas han visto compensaciones a nivel municipal por el cese de su actividad durante el primer estado de alarma y las posteriores limitaciones. Los vecinos están hartos de ruido y aceras estrechas. Y el Consistorio está analizando, de cara a las próximas semanas, la mejor solución: un término medio entre vecinos y empresarios.

ElAyuntamiento facilitó la conversión de los pubs para que pudieran abrir y amplió la superficie que podían ocupar las terrazas

Amplias, pero en orden

«Que nos digan qué van a hacer». Gregorio García, presidente de la Federación Provincial de Hostelería, y AntonioGarcía, secretario de la misma, llevan semanas esperando una reunión con el alcalde y los concejales implicados en la ordenación de terrazas y licencias de apertura. Estando cerrados tuvieron que abonar la tasa de terrazas, no han recibido incentivos fiscales por parte del Ayuntamiento. De ahí que aboguen por mantener la expansión de las mismas, pensada en un principio para que los bares y restaurantes pudieran mantener las mismas mesas que tenían antes de marzo de 2020, pero ocupando más espacio en las plazas y aceras. Pero de forma ordenada, para que no se quiebre la convivencia entre la hostelería y el ciudadano;una frontera frágil.

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Por otro lado, los vecinos de la capital empiezan a advertir de que las aceras se quedan estrechas. Hay quien ha aprovechado la ley para hacer la trampa, poniendo más mesas de las permitidas.

De noche, el quebradero de cabeza es la fiesta en las zonas de marcha. La normativa andaluza de 2018 divide a los locales en tres tipos: de hostelería sin música, de hostelería con música y especiales con música. La Junta ordenó en agosto el cierre de los establecimientos especiales de hostelería con música que ofrecieran exclusivamente bebidas, por lo que muchos empezaron a ofrecer comida o cambiaron de licencia para poder abrir. Esto les permite también sacar una terraza a la calle, hasta las 12 de la noche, lo que ha generado descontento:la fiesta se ha trasladado del interior a las aceras y aún no hay fecha para la vuelta al esquema previo a la pandemia. Hay quien, dentro del sector, ya critica una especie de competencia desleal en la que salen perjudicados los bares y restaurantes frente a un ocio «descontrolado», con música interior pero con las ventajas de un bar o restaurante.

Maltratados

Raúl López, portavoz provincial de Andalucía de Noche, considera «fundamental» que se mantengan las terrazas, sea cual sea la especialidad del local. «A la gente le cuesta mucho acceder a interiores. A nivel sanitario no los podemos saturar, y por consiguiente hay que dar salida en el exterior para que podamos sobrevivir. Bastante maltratados hemos sido como para que la primera medida sea recortar. Tenemos que ganarnos la vida». Cree que las terrazas ofrecen un «consumo parado, sin música y con la gente sentada».

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Por parte del Ayuntamiento, el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, César Díaz, confirma que el equipo de gobierno ya está estudiando qué sucederá con las terrazas. La orden publicada hace un año tenía «carácter extraordinario y temporal», estaba amparada en el primer decreto de estado de alarma, pudiendo ser modificada, adaptada o revocada sin necesidad de comunicación a los hosteleros «una vez decaigan los motivos de su aprobación». La interpretación de esta última frase deja la puerta abierta a recuperar el antiguo modelo de terrazas. Eso sí, debe haber una instrucción previa. El objetivo es debatirla con los hosteleros en una reunión. Según los datos facilitados por elConsistorio, para este año hay 854 terrazas solicitadas, 143 menos que en 2020. De todas ellas, 48 son nuevas.

La Junta de Andalucía no ha definido aún en qué se traducirá el alivio de las restricciones en las futuras fases de desescalada en las que entre Granada. Teniendo en cuenta la mejoría en los datos sanitarios, irán encaminadas a un alivio en las limitaciones para la hostelería. Está por ver si este alivio irá aparejado de la reversión de las compensaciones del Ayuntamiento, un bálsamo para los hosteleros –que piden ampliarlas pero con control y sin que generen problemas al ciudadano– y un inconveniente para los vecinos.

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