La histórica marquetería de Granada se despide: «Quiero disfrutar del tiempo que me queda»

Ubicado en la calle Gabriel Aragón, en la Chana, la Marquetería San José también tuvo tiendas en Alcampo, la Carretera de Málaga y la calle Doctor Olóriz. Todo ello gracias al duro trabajo de Manolo Granados y su mujer Isabel Serrano, que desde el año 1986 se hicieron con el negocio. «Antes era una marquetería cristalería que tenía mi cuñado, y yo me la quedé junto a mi señora», explica a IDEAL Manolo, que recuerda cómo poco a poco fueron mejorando, creciendo y contratando negocios «hasta tener cinco tiendas en Granada».

Con el paso de los años dejó la parte de cristalería para centrarse únicamente en los marcos, hasta el punto de convertirse en uno de los establecimientos de este tipo más reputados de toda la ciudad. En la actualidad ya solo cuenta con una tienda, la única de todas que era de su propiedad. Y aunque reconoce que le da mucha pena, Granados ha tomado la decisión de decir adiós al negocio al que ha dedicado más de media vida.

«Tengo 73 años y llevo solo en la tienda desde que mi mujer se jubiló hace seis años. Decidí jubilarme en activo porque me gusta mi trabajo y así podía compaginar la jubilación y la marquetería», comenta Manolo. Pero hace unos meses sufrió una neumonía que le hizo abrir los ojos y ver su futuro de otra forma: «Para mí eso ha sido un toque de atención porque qué necesidad tengo de morir con las botas puestas si afortunadamente he resuelto todos mis temas económicos. Ahora quiero disfrutar del tiempo que me queda».

Desde que dio a conocer la noticia de que cerraba sus puertas, no ha parado de recibir mensajes de agradecimiento de sus clientes. Y aunque muchos se entristecen por su marcha, la mayoría de personas les muestra agradecimiento y le dicen que ya se merecía descansar. «Cuando escribí el mensaje de despedida me dio tanta tristeza que pensé deshacerlo. Tengo sentimientos encontrados… Si pudiera dividirme en dos, uno se quedaría aquí trabajando y el otro se iría a disfrutar de la vida», asegura.

El cierre, eso sí, no será inmediato. De hecho, ahora mismo cuenta con ofertas y promociones especiales para vaciar la tienda antes de bajar la persiana de forma definitiva. «Tengo muchísimo material, podría seguir 15 años funcionando sin tener que comprar nada. Así que como no me puedo llevar nada a casa estoy haciendo ofertas especiales», explica Manolo, que tiene claro que pase lo que pase no permanecerá abierto «más allá de Navidad». «Me da mucha pena porque esto es parte de mi vida, pero ha llegado el momento de disfrutar», finaliza.