Jérez recupera la comida de la Candelaria, perdida hace 60 años

Aunque esta fiesta es celebrada con luminarias, procesiones y misas en toda la comarca, solo Jérez la acompaña del famoso 'chicharro' que este año, además, contó con otra novedad: recuperar la tradición que hace 60 años tenían los vecinos del municipio de comer todos juntos en torno a una gran fogata en la plaza del pueblo.

Tras una larga cola en la que cada individuo recogía la comida asignada –compuesta por morcilla, chorizo, chuletas y pan–, se ubicaron en torno al fuego en mitad de la Plaza de la Constitución, en la puerta del Ayuntamiento. Pocos de los allí presentes recordaban la última vez que dicha tradición se había realizado de forma conjunta en el pueblo, ya que poco a poco empezó a celebrarse de forma individual. «El objetivo es que aquella costumbre que se tenía hace más de 60 años vuelva a recuperarse poco a poco y podamos comernos el 'chicharro' todos juntos», afirmó el alcalde del municipio, José Ángel Pereda.

Hace dos años, el primer edil decidió volver a instaurar esta celebración y la propuso a la ciudadanía; sin embargo, no pudieron llevarla a cabo antes por la situación ocasionada por la pandemia. La recuperación de la actividad surgió a partir de la petición de los costaleros de la procesión, ya que estos pidieron hacer una luminaria para celebrar todos juntos la festividad. Por ello, el Ayuntamiento decidió trasladar esa idea a todo el pueblo para que todo el que quisiera pudiera implicarse. De este modo, abuelos con sus hijos y nietos acudieron a la fogata con el objetivo de que «la historia de Jérez no cayera en el olvido».

La iniciativa contó con la gran acogida de la gente joven, que acudió con sus hijos para que conocieran de primera mano en lo que consistía el día del 'chicharro'. «Es algo importante para los que somos de Jérez de toda la vida y también es algo inesperado por la buena aceptación que ha tenido entre la población. Esto forma parte de nuestra historia desde hace muchísimos años», indicó Pereda. El alcalde destacó que «este es solo un primer paso» y que esperan que con los años la tradición tenga mayor acogida entre los ciudadanos y estén todos los vecinos juntos en la plaza del pueblo, como originalmente sucedía en la festividad de la Candelaria.

Su objetivo principal, favorecer la comunicación y el buen trato entre la población y recuperar el contacto y la cercanía que se había perdido durante la pandemia para que poco a poco la gente vaya perdiendo el miedo a socializar y vuelvan a estar en contacto con los demás.