El científico granadino que estudia la relación entre el alcohol y la impotencia
Miguel Ángel Olivencia, natural de Guadix, afirma que el consumo etílico crónico afecta a la disfunción eréctil de entre un 30% y 70% de los hombres
«El consumo crónico de alcohol está estrechamente relacionado con la impotencia». Miguel Ángel Olivencia, científico granadino procedente de Guadix, lo afirma de forma clara ... y concisa. Así lo demuestra un estudio en el que trabaja desde hace tres años junto a su equipo en el laboratorio de la Universidad Complutense de Madrid que determina que, aunque no hay un porcentaje exacto que marque la cantidad de hombres que padecen disfunción eréctil debido al alcohol, la cifra oscila entre un 30% y un 70%.
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La investigación, realizada en colaboración con otros miembros del departamento que estudian las adicciones, tenía como objetivo encontrar una explicación causal entre la relación que guardan el etanol y la disfunción eréctil. El principal resultado obtenido en un modelo animal muestra que hay una oxidación de una proteína implicada en la erección debido al estrés oxidativo producido por el alcohol. «Esta proteína tiene un grupo hierro en su estructura y cuando este se ve oxidado, no es funcional. Por ello, esto provoca que la erección esté interrumpida y se produzca la disfunción eréctil», indica Olivencia
El estudio, llevado a cabo por evidencias bibliográficas a su vez basadas en estudios epidemiológicos de pacientes en los que se había relacionado la persistencia de la disfunción eréctil con el consumo crónico de alcohol, muestra que esta sustancia es una de los causantes del proceso en cuanto a origen vascular. Es decir, cuando se produce un fallo en el llenado de la sangre en el pene.
El etanol provoca la transformación de la proteína, según comprobaron en un proyecto realizado con ratones expuestos a una ingesta de esta sustancia durante dos horas diarias. «Esta transformación hace que deje de ser funcional, lo que afecta directamente a la erección», añade el granadino. A pesar de que la investigación solo se ha comprobado en ratones, Olivencia asegura que es totalmente extrapolable a humanos ya que el proceso de erección es igual.
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Asimismo, destaca que el consumo crónico de alcohol es solo una posible causa, ya que la disfunción eréctil tiene también otros orígenes. Entre ellos, el factor psicogénico, donde se incluyen los problemas psicológicos relacionados con el estrés, el cansancio o la falta de confianza en uno mismo e insiste en que muchas veces es una mezcla de ambos.
Solucionar la oxidación
La solución principal para frenar la oxidación que afecta a la erección sería dejar de consumir alcohol. Olivencia indica que el daño vascular ocasionado por la ingesta crónica de etanol se mantiene aunque de forma no tan elevada. Así, destaca que el estudio se ha realizado con una exposición a esta sustancia de forma moderada, no basada en una dependencia de él. «Dejar de consumir alcohol no garantiza una recuperación efectiva en cuanto al proceso de erección, por lo que se debería estudiar en clínicas fármacos activadores que revirtieran esa oxidación y frenen la disfunción eréctil. Por ello sería interesante investigar desde un punto de vista más clínico con muestras de donantes».
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