Un grupo hotelero compra el campo de golf Santa Clara de Otura para resucitarlo
La nueva propietaria trabaja para resolver los problemas heredados y reabrir las instalaciones deportivas que llevan seis meses cerradas
El grupo hotelero catalán Ona Hotels es el nuevo propietario del campo de golf Santa Clara de Otura, que lleva clausurado y sin mantenimiento desde ... noviembre del pasado año, cuando la última empresa concesionaria de la gestión se vio abocada a echar el cierre asfixiada por las deudas, la falta de agua y la fuga de socios.
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La llegada de la nueva propietaria abre una puerta a la esperanza no solo para que los aficionados recuperen el campo de golf que tenía 172 socios en su última etapa sino para revitalizar toda la urbanización, que necesita un campo de golf en pleno funcionamiento como gran locomotora.
El grupo hotelero con sede en Barcelona, que cuenta con treinta activos en gestión y más de ocho mil habitaciones en 23 destinos, adquirió el campo de golf de Otura, que estaba en manos de la Sareb, a través de ONA Asset management, que es la nueva sociedad propietaria y gestora. El campo de golf formaba parte de una cartera de activos terciarios de uso turístico que la Sareb adjudicó en proceso competitivo a inversores especializados y no era, por tanto, el objetivo principal de la sociedad, sino que iba dentro del paquete. Además incluye una parcela de 15.000 metros cuadrados de techo de uso hotelero, al lado del club social, que en 2005, cuando se construyó la urbanización, se reservaron para construir un hotel.
En los tribunales
La intención de la nueva propietaria es resucitar el campo para lo que se está enfrentando a no pocos problemas, empezando por la recuperación de la gestión, que está en vía judicial.
«Nosotros adquirimos el activo de buena fe y nos hemos encontrado unos problemas derivados del anterior gestor que incurrió en una cantidad de deficiencias e incumplimientos. Nuestra voluntad es que el campo y el Club social vuelvan a estar operativos y tengan un correcto mantenimiento, de manera que las instalaciones sean un atractivo para todos los propietarios», explican a IDEAL fuentes de la empresa.
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Aunque reconocen que el proceso judicial, sumado a la huelga en los juzgados, les está impidiendo avanzar al ritmo deseado, aseguran que están «plenamente enfocados» en solventar todas las dificultades para resucitar el campo. «El objetivo es que Santa Clara Golf vuelva a su estado original bajo el control de un operador profesional, ya que creemos en zona tiene potencial y posibilidades», aseguran desde la nueva sociedad propietaria.
El campo de golf cerraba el pasado 1 de noviembre, dejando en la calle a doce trabajadores, que se quedaron con nóminas colgadas. Desde entonces, los 18 hoyos del campo de golf Santa Clara de Otura han dejado de ser un espectacular paraje verde con vistas a Sierra Nevada para convertirse en un gran erial sin riego donde el césped se ha perdido por completo. Tras la marcha de los 172 socios, el Club Santa Clara Golf, se quedó sin fuentes de financiación y la empresa concesionaria acumuló además deudas con las empresas suministradoras de servicios.
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Un entuerto que tendrán que resolver los nuevos propietarios. La parte positiva es que cuentan con el apoyo de unos infatigables vecinos, organizados en la Unidad Urbanística de Conservación, que llevan años trabajando para resolver los problemas generales de la urbanización en la que se encuentra enclavado el campo de golf, que ha permanecido paralizada durante 18 años.
El pasado año, el Ayuntamiento de Otura y la Unidad Urbanística de Conservación llegaban a un acuerdo histórico para desbloquear la urbanización de este residencial que se quedó colgado en la crisis del ladrillo, pero quedan por resolver cuestiones técnicas y de financiación para darle el impulso definitivo.
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