Mesas espaciadas en las terrazas de Plaza Nueva. RAMÓN L. PÉREZ

Granada limita todas las celebraciones a treinta personas, sentadas y hasta las diez

El Ayuntamiento aclara en un bando cómo se debe reducir el número de mesas en las terrazas y las condiciones para bodas y otros actos

Laura Ubago

Granada

Lunes, 19 de octubre 2020, 00:55

El sábado a las ocho de la mañana comenzaron a aplicarse las restricciones establecidas por la Junta para evitar –por ahora– el cierre perimetral de ... Granada. Las limitaciones de aforos y horarios ya se aplican con las lagunas típicas de las nuevas normativas, que se plantean sobre el papel y se ejecutan en la calle. Por eso, para aclarar las dudas del sector de la hostelería y no dejar margen a la interpretación, el Ayuntamiento de Granada ha emitido un bando en el que se explica con detalle cuáles son las condiciones de esta 'nueva normalidad' determinada por la orden de la Delegación de Salud y Familias de la Junta de Andalucía hasta el 30 de octubre ante la expansión desbordada del virus en Granada.

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Además de delimitar la colocación de las mesas en las terrazas, entre otras cuestiones, el bando se centra en una de las medidas más controvertidas, como es la celebración de bodas en salones y otros actos sociales y sus restricciones de aforo.

«Hemos tratado de arrojar luz sobre los diferentes extremos de la resolución de la Junta, para que hostelería sepa cuáles son las condiciones de aplicación. Distancias mínimas entre sillas y entre éstas y las agrupaciones de mesas y sillas. Así como las condiciones de uso en los interiores de establecimientos», señala el concejal de Seguridad, César Díaz, que indica que es importante conocer la norma para su correcta aplicación y que, en este caso, todas estas aclaraciones «quieren informar y evitar que por una mal uso y comportamiento irresponsable Granada termine siendo confinada», advierte.

El bando municipal, firmado por el alcalde, Luis Salvador, resuelve por ejemplo que, en cuanto a la ocupación de la vía pública, hay que reducir el número de mesas concedidas a esa terraza a la mitad y, que si no cupiesen, manteniendo la distancia de un metro y medio entre todas las personas, deben quitarse más mesas. Con respecto al cierre de los establecimientos a las 22.00 horas, el bando matiza que las personas o entidades responsables de los establecimientos deberán adoptar medidas para que se produzca el desalojo del público con anterioridad a esa hora.

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También dice este documento que se podrá mantener a partir de las diez el servicio de entrega de comida a domicilio a través de pedidos por vía telefónica o telemática, de modo que ni las peticiones ni la recogida se realicen en el establecimiento. Este sábado, en la primera noche de restricciones, un céntrico local estuvo repartiendo comida a una cola de personas más allá de las 22.00 horas, quizá por el desconocimiento de este tipo de precisiones de la reciente norma.

Sentados y separados

El bando viene a arrojar luz también sobre un punto controvertido, como son las bodas y otro tipo de acontecimiento social. No estaba claro. El Ayuntamiento reduce toda celebración en las instalaciones para este tipo de eventos privados a 30 personas y solo podrán ser «exclusivamente para el consumo de bebidas y comidas» como elemento «fundamental». Los participantes deberán estar sentados, con la distancia establecida y terminar también a las diez.

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El Ayuntamiento aprovecha para recordar, en el bando, que tienen prohibida la apertura las discotecas, salas de fiesta y pubs que se dediquen exclusivamente al consumo de bebidas. «En general lo locales de ocio nocturno están cumpliendo. Las denuncias son de poco más del 1,2%. Las discotecas como Aliatar que no se habían transformado, se cierran. Los controles en general los hacen la Policía Local, especialmente las unidades de medio ambiente. Si ven que siguen como pubs y no realizan venta de comida, levantan acta y se traslada a la Junta, que es quien controla el cumplimiento de medidas», explica del concejal de Seguridad, César Díaz.

Vuelve, además, a hacer «un llamamiento a la responsabilidad también para propietarios e inquilinos de pisos ya que prohibe la realización de fiestas que vulneren la ordenanza de convivencia y que pueden supone sanciones importantes además de consecuencias graves para los dueños de pisos y residentes», recuerda el responsable de Seguridad.

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