Granada recicla más que nunca, pero se queda lejos del objetivo de la UE

La alcaldesa de la ciudad, Marifrán Carazo, es quien los dio a conocer este martes. Acompañada por la edil de Limpieza, Ana Sánchez Requena, y el director general de Inagra, Pablo García, la regidora destacó «la sólida concienciación medioambiental de los granadinos y su creciente preocupación por un mejor aprovechamiento de los recursos». Como muestra, expuso las cifras de reciclaje de 2023. A los contenedores amarillos, que recopila envases, llegaron a lo largo de todo el año 5.783.960 kilos, 211.160 más que en 2022 y 837.680 más que en el ejercicio anterior.

El aumento del reciclaje de papel y cartón también fue notorio. Así, a los contenedores azules, que recogen estos desechos, llegaron en el año pasado 7.390.820 kilos, 24.908 más respecto que en 2022 y 375.000 más que el anterior. A estos datos sumó los procedentes del programa de recogida puerta a puerta, que facilita que los comercios y establecimientos hosteleros de la ciudad den una segunda vida a estos residuos. Por esta vía se reciclaron 1.692.040 kilos, una cifra que cuadruplica lo realizado el año anterior.

En cuanto al resto de fracciones, 2023 se cerró con 21.563 kilos de pilas recuperados, 442.365 kilos de ropa y 53.942,80 kilos de aceite. En este sentido, Carazo resaltó el papel «protagonista» que tienen los centros educativos de la capital para la consecución de estas cifras al sumarse cada curso a las ligas escolares de reciclaje impulsadas por el Ayuntamiento en colaboración con Inagra. Según detalló, «en el pasado 2022-2023 pudimos reunir solo a través de las ligas escolares prácticamente 4.000 kilos de aceite y 3.500 kilos de pilas; mientras que en lo que llevamos de nuevo curso ya sumamos 1.318 kilos de aceite, 1.133 kilos de pilas y 4.994 kilos de ropa, que se ha unido por primera vez al conjunto de ligas escolares que se celebran en la ciudad».

Las cifras, no obstante, tienen una segunda lectura. Como reconoció a preguntas de los periodistas la propia alcaldesa, la ciudad apenas fue capaz de dar una segunda vida al 12% de los residuos que generó en 2023. El anterior dato conocido correspondía al ejercicio de 2019, anterior a la pandemia, cuando alcanzó el 11,67%. La comparativa da el alcance del avance real en materia de reciclaje de la capital nazarí en un periodo en el que las administraciones públicas han acometido importantes inversiones.

Hay que recordar que el Parlamento Europeo validó la directiva 2008/98/CE sobre residuos hace más de 15 años. Esta orden fijaba como objetivo para los países miembros de la Unión Europea el impulso de medidas para reducir al mínimo los efectos negativos de la generación y la gestión de los residuos para la salud y el medio ambiente. El reglamento, además de determinar una jerarquía sobre los tipos de desechos, marcaba 2020 como el horizonte en el que las ciudades debían comenzar a involucrarse de manera decidida en el proyecto. La meta era que, a final de ese año, al menos un 50% de la basura que generasen fuera reciclada.

En 2018, la Eurocámara aprobó un paquete legislativo sobre economía circular. La normativa fijaba metas para los residuos municipales, cuyo reciclado debía ser de al menos un 55 % en 2025 y lograr un 60 % en 2030 y un 65 % en 2035. De acuerdo a los datos conocidos este martes, Granada tiene 10 meses para recortar 40 puntos si quiere cumplir con el objetivo cuatro años después de no haber alcanzado los fijados para 2020.

Carazo aseguró que espera que la recogida orgánica «ayude» a la ciudad a «aumentar de una forma exponencial ese reciclaje» y destacó la importancia que la puesta en marcha de campañas tiene para «concienciar» a los ciudadanos. La regidora, no obstante, quiso poner en valor los datos de 2023, que, en su opinión, «reflejan que los ciudadanos cada vez están más implicados en el enorme reto que compartimos todos de dirigirnos hacia una economía basada en la reutilización de los recursos» y se mostró convencida de que, con la implantación total del contenedor marrón en la capital, «Granada va a ser una de las ciudades líderes en cuanto al reciclaje de los biorresiduos».