Granada queda fuera, de momento, del programa para acoger a ucranianos en familias locales

«Se ha elegido estos municipios porque es donde más comunidad ucraniana hay ya asentada –explicó a IDEAL la subdelegada del Gobierno en Granada, Inmaculada López Calahorro–. Una vez que se analice y se evalúe cómo funciona el plan en estos lugares, se estudiará por parte del Ministerio la idoneidad de extenderlo a otras ciudades tan pronto como sea posible. Así que habría que esperar a ver cómo se desarrolla esta primera fase para ver si nuestra provincia podría o no incluirse en él».

Este programa persigue la creación de una 'bolsa' de familias españolas que quieran acoger a desplazados ucranianos. Una vez que lo solicitan, expertos en intervención familiar de las Oficinas Técnicas de Acogida de la Fundación La Caixa mantienen una entrevista con la familia solicitante y visitan su domicilio para conceder –o denegar– la denominada 'idoneidad' como familia acogedora.

Más de 1.700 familias de las cuatro provincias escogidas se inscribieron en el programa en sus primeros días de vigencia, informaron fuentes de la Fundación La Caixa, que prevé destinar 2,5 millones de euros a el desarrollo de la iniciativa este año.

El Gobierno de España desaconseja el acogimiento espontáneo, no regulado, de desplazados por parte de familias españolas y, de hecho, ni ACNUR –la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados– ni las grandes ONG, como Cruz Roja o Save the Children, se han implicado en esta fórmula de ayuda a las víctimas de la guerra, y solicitan a los ciudadanos donativos económicos.

En el peor de los casos, el acogimiento no regulado puede encubrir prácticas delictivas –como la trata de seres humanos o la explotación laboral o sexual de niños y mujeres–; en el mejor, puede ocasionar conflictos difíciles de resolver entre las familias ucranianas y españolas, desde los problemas de comunicación hasta las dificultades de convivencia. El programa puesto en marcha por el ministerio contempla este tipo de contingencias y, aparte de poner a disposición de las familias un centro de apoyo que oferta orientación laboral o clases de español, contempla la posibilidad de cambiar de familia si el 'emparejamiento' inicial no funciona.

Así lo explica la subdelegada en la provincia: «Desde que comenzó esta guerra, el Gobierno de España ha hecho un llamamiento para que tanto la ayuda material como humanitaria se realice por los cauces oficiales para evitar situaciones al margen y que puedan desembocar en estafas u otro tipo de situaciones más graves», recuerda.

 

La solidaridad de los granadinos ha puesto en marcha varias expediciones privadas a los países fronterizos con Ucrania para llevar ayuda humanitaria y volver con familias que huyen de la guerra. En concreto, el Arzobispadode Granada ha organizado varias caravanas que han traído a la provincia a unos 400 refugiados, según su Secretariado de Medios de Comunicación.

A través de un formulario en su página web, la Archidiócesis había recibido hasta primeros de abril 500 solicitudes de familias que se ofrecían a abrir sus puertas a las víctimas de la guerra y en esa fecha ya había 26 desplazados instalados en hogares granadinos. Otros lugares de acogida son casas parroquiales, hogares de congregaciones religiosas y casas de espiritualidad.

En la mayoría de los casos de acogimiento a través de la Iglesia católica, la idoneidad a las familias «la dan los párrocos» de sus correspondientes parroquias, o bien el director de un colegio o el responsable de una asociación. «Debe ser una persona externa, cualificada, que conoce a dicha familia, para saber que está en condiciones de acoger a otras personas», dijeron las mismas fuentes.