Granada mira a otros horizontes tras el inicio del AVE madrugador

El adelanto del horario era una reclamación histórica de la provincia que ahora se ve saldada gracias a una campaña ciudadana lanzada por este periódico. Más de 11.000 personas –entre ellos, representantes de administraciones, organizaciones y colectivos de toda índole– suscribieron una petición que demandaba una conexión directa, sin paradas, entre Granada y Madrid. La petición, sin embargo, se materializó en un adelanto de los horarios que ya disfrutan los granadinos.

La celebración, que relató IDEAL en primera persona, no oculta, sin embargo, los retos que aún tiene por delante la provincia en materia ferroviaria, objetivos que vuelven a estar en el horizonte y para los que la puesta en servicio del AVE madrugador puede ser un revulsivo. Bastaba un vistazo el mismo miércoles a las pantallas de Atocha para entenderlo en toda su dimensión. Las múltiples conexiones a Madrid que disfrutan otros destinos contrastaban con las escasas opciones que tiene a su disposición el granadino.

Los datos revelan que no se trata de una sensación, sino de una realidad. Si se compara la situación de Granada con la de otras ciudades andaluzas o la de urbes de dimensiones parecidas, como Valladolid o Alicante, la capital nazarí sale claramente perdiendo. Mientras Granada cuenta con tres AVE a Madrid, el resto triplica o cuadruplica las conexiones. Son nueve, por ejemplo, las frecuencias que tiene la ciudad del Pisuerga y once las que disfrutan alicantinos y malagueños. Sevilla cuenta con 14 y Córdoba, la principal beneficiada del diseño de red por el que apostó el país en sus comienzos, dispone de 22. Barcelona, que posee la línea más rápida, tiene una más, 23.

Si se atiende a la hora de llegada a Madrid, la comparativa tampoco beneficia a los nazaríes, que siguen en el lugar más bajo. Granada, incluso con la mejora del AVE madrugador, solo empata con Málaga, pues los trenes de ambos destinos llegan a las 9:44. El resto –Sevilla, Córdoba, Alicante, Valladolid y Barcelona– alcanzan la capital antes de las 9 de la mañana.

Lo cierto es que la red ferroviaria de la que actualmente dispone Granada no facilita mejoras a corto plazo. Como recordó este periódico hace apenas unas semanas, en estos momentos la línea que comunica la capital nazarí con el exterior por Antequera solo cuenta con una vía disponible entre Archidona y Bobadilla. Es un 'handicap' que limita en todos los sentidos.

Ocurre, por ejemplo, que los trenes deben esperar tras pasar el municipio malagueño a que el tramo granadino quede expedito para poder llegar a la capital nazarí. Eso se traduce en retrasos ocasionales, pero afecta también a la capacidad de la propia infraestructura, que se ve reducida drásticamente.

La situación está provocando que la provincia haya quedado atrasada respecto a otros territorios de Andalucía, como Sevilla, Córdoba o Málaga, a la hora de recibir el servicio de las nuevas operadoras baratas. Como destacan los expertos, una línea capada por la limitación de la vía, con las dificultades que entraña a la hora de cuadrar horarios o de resolver las posibles incidencias técnicas que puedan surgir, no interesa a las compañías, que prefieren apostar por destinos más seguros.

Acabar con esta limitación es uno de los asuntos que están sobre la mesa del Gobierno, que en los últimos meses ha dado pasos adelante, como ha hecho con el AVE temprano, para responder a una demanda histórica. Como ha ocurrido con la variante de Loja, cuyo último tramo fue licitado hace apenas unas semanas, el Ministerio de Transportes ha aprobado los primeros expedientes para duplicar la línea y se espera que vayan a más de aquí a final de año.

Pero queda trabajo por hacer. El más urgente es la integración del tren, que esta semana podría tener un episodio clave con la reunión prevista entre el Ayuntamiento, la Junta y el Gobierno en Madrid el día 30. En el horizonte están también otras reivindicaciones como la recuperación de la Guadix-Baza-Lorca, vital para conectar con el Levante, o la llegada del ferrocarril a la Costa, un 'sueño' que lleva décadas esperando la provincia.