Granada une sus manos contra el cambio climático
300 personas, convocados por 35 asociaciones ecologistas, forman una cadena humana desde el río Darro hasta el Genil
«Winter is not coming», reza la pancarta de una de las integrantes de la cadena humana que protesta contra el cambio climático. Razón no ... le falta. Granada ha vivido el verano y el otoño más caluroso de las últimas décadas y atraviesa una época de sequía que ha puesto en jaque a la producción agrícola de toda la provincia por la falta de lluvias y el bajo nivel de los embalses. En pleno mes de noviembre, todavía se pasea en manga corta por la capital y a pocos días de que empiece la temporada de ski apenas hay nieve en la Sierra. Los efectos del cambio global son «incuestionables». Por eso, la Mesa por el Clima de Granada, integrada por al menos 35 asociaciones, ha pasado a la acción con la convocatoria de su primera cadena humana contra la crisis climática. Granada ha unido sus manos desde el Darro hasta el río Genil para concienciar y exigir medidas para que el planeta no se extinga.
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Al menos 300 personas, según las estimaciones de los convocantes, han participado esta mañana en la iniciativa que ha logrado juntar los dos cauces en su tramo embovedado . La acción ha coincidido con la COP27 que se celebra en Egipto esta semana con la intención «de trasladar a lo local» las reivindicaciones de los ecologistas. Jóvenes, niños y mayores con sus andadores han participado en esta cadena diversa al grito de «Emergencia, emergencia es el grito de la ciencia», «Ni un grado más ni una especie menos», «Sin planeta no hay futuro» o «¡Qué pasa!, ¡Qué pasa!, se quema nuestra casa».
«Esto es un acto simbólico y una forma de llevar las reivindicaciones por la cumbre de Egipto a lo local. Es necesario renaturalizar las ciudades, descubrir los ríos porque los árboles y las plantas ayudan a regular las temperaturas y mejorar la calidad del aire», explica Laura Fernández, portavoz de Madres por el clima. «Como madre, quiero luchar por el futuro de nuestros hijos, pero también por el presente porque ya se están notando los efectos», sentencia la ecologista. En la misma línea, Concha Alfaro, portavoz de Granada Habitable, añadía que la iniciativa es «solo el principio de un largo trabajo para concienciar a la sociedad», a la vez que anima a los transeúntes a ligarse a la cadena y les entrelaza con lazos verdes.
Por su parte, Esther Ontiveros, exige medidas a las administraciones para frenar que Granada y el planeta sigan «cabalgando» hasta la emergencia climática. «Es triste y provoca ansiedad, pero queríamos mostrar unidad y no hay mejor gesto que este». Por último, Ismael Román, de Natura Libre, asevera que «más que cuidar el medio ambiente, es debemos amar la tierra» y pedía «responsabilidad y educación en valores y formación en los centros escolares» como punto de partida de un cambio de actitud generalizado.
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