Imagen tomada en el embalse de Colomera el pasado 3 de agosto. Alfredo Aguilar

Granada, una de las cuatro ciudades españolas más amenazadas por la escasez de agua

Tres de cada cuatro habitantes del país se enfrentan a problemas hídricos en las próximas décadas, lo que también afectaría a la economía

Juanjo Cerero

Granada

Sábado, 20 de agosto 2022, 00:09

La desertificación es uno de los mayores riesgos a los que España tendrá que hacer frente en el futuro. De acuerdo con un informe elaborado ... por la organización ambientalista WWF, tres cuartas partes del territorio nacional están en peligro de sufrir un proceso de estas características en las dos próximas décadas. De hecho, la Península Ibérica, asevera el estudio, es la región europea que tendrá mayor afección en este sentido, lo que convertirá los períodos de sequía extrema en algo cada vez más habitual. «Habrá zonas que vivirán bajo estrés hídrico severo», aseguran los autores.

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Granada, a pesar de contar con el activo de Sierra Nevada, es uno de los territorios donde más preocupante resulta esta deriva. De acuerdo con la información relativa al territorio europeo que se puede consultar a través de la herramienta 'Water Risk Filter' (Filtro de riesgo hídrico), que mantiene WWF, hay cuatro ciudades españolas que se arriesgan a sufrir «el mayor riesgo de escasez del continente en 2050». En concreto, se trata de Sevilla, Córdoba, Granada y Murcia. «Las previsiones climáticas apuntan a olas de calor y sequías con mayor frecuencia e intensidad debido al cambio climático, que harán cada vez más difícil garantizar suficiente agua para la población», aseveran desde la organización.

Mapa del riesgo de desertificación en España, según el Programa de Acción nacional contra la Desertificación. Juanjo Cerero

En la misma dirección apuntan los datos del Programa de Acción Nacional contra la Desertificación (PAND), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. De entre las zonas de España que muestran niveles de riesgo más altos en este sentido, destacan sobre todo puntos de Andalucía, Extremadura, la parte más al Sur del Levante y comarcas de Castilla-La Mancha.

Además de esta información oficial, el estudio de WWF tiene en cuenta otras variables, como el nivel de extracción de recursos hídricos de las cuencas y los datos del Observatorio Nacional de la Sequía, así como el riesgo de inundaciones.

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Consumo humano garantizado

Por su parte, las autoridades de la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) han repetido en diversas ocasiones en los últimos meses que el consumo humano está garantizado en el medio plazo, durante los siguientes dos años; no ocurre así, sin embargo, con el agua para regadío, responsable de hasta el 80% de todo el gasto hídrico en la provincia granadina, según la estimación de Antonio Castillo, hidrogeólogo de la Universidad de Granada (UGR).

En España, más de 9 millones de hectáreas ya están catalogadas como zonas con un riesgo alto o muy alto de desertificación, alrededor del 18% de todo el suelo del país. La mayoría de ellas se concentran en el tercio Sur peninsular y en los archipiélagos balear y canario.

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Sevilla, Córdoba,Granada y Murcia serán las cuatro ciudades con mayor riesgo de escasez de agua para 2050 en toda Europa

Los expertos señalan tres causas fundamentales que explican el avance de los procesos de desertificación: la sobreexplotación de los acuíferos y el crecimiento «insostenible» del regadío, a lo que hay que sumar la extracción ilegal de agua –España cuenta con alrededor de un millón de pozos ilegales, la mayor sobreexplotación de Europa–;el abandono de tierra y la degradación del suelo, que afecta a su fertilidad y capacidad para retener la humedad; y la intensificación de fenómenos extremos como las sequías, impulsada por el aumento de las temperaturas asociado al cambio climático.

Los autores del informe de WWF califican el modelo español de gestión del agua de «suicida». No solo por la afección que en el futuro esta situación pueda provocar sobre flora, fauna y asentamientos humanos, sino porque también tiene una traslación directa a la economía y el producto interior bruto (PIB) de los territorios.

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Proteger el futuro

Los investigadores aseveran que es necesario plantear «un giro radical en la gestión del agua e impulsar un nuevo modelo que reduzca las demandas del regadío a los recursos realmente disponibles», algo que consideran imperativo porque «si no cambiamos las políticas del agua hoy, no se evitarán las sequías de mañana».

En esta misma dirección, el Ministerio para la Transición Ecológica viene trabajando en una Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación que en estos momentos se encuentra inmersa en su tramitación legal tras la presentación de un primer borrador el pasado mes de abril. El objetivo es actualizar el marco normativo, estratégico y de recomendaciones del PAND, que se remonta hasta 2008. Por su parte, WWF critica que este plan «carece de un presupuesto definido y de medidas concretas para los próximos ocho años», por lo que cualquier actuación podría «llegar tarde».

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«Será cada vez más difícil garantizar suficiente agua para ríos, acuíferos y embalses», dicen los investigadores de WWF

Los autores del estudio señalan asimismo que «los trasvases y los embalses no son la solución para la escasez» por su falta de sostenibilidad, y consideran imprescindible «mejorar la salud de los ríos, humedales y acuíferos y hacerlos más resilientes», además de impulsar «una Ley de Protección de los Suelos para evitar su continua erosión y degradación».

Sin medidas como estas, aseguran, «será cada vez más difícil garantizar suficiente agua para los ríos, acuíferos y embalses» de territorios como Granada.

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