Granada baraja ampliar la videovigilancia a 20 puntos del Albaicín, Centro y Realejo

Como explicó el dirigente, el gobierno municipal quiere poner freno a los problemas de seguridad que afectan desde hace tiempo a algunos de los rincones más turísticos y que están detrás del aumento de las demandas de servicios policiales por parte de la ciudadanía. Robos, agresiones y riñas son las incidencias más comunes, afecciones que se quieren contrarrestar con un refuerzo de la vigilancia mediante la instalación de nuevos dispositivos.

Según informó la concejalía a este periódico, veinte son las ubicaciones que los técnicos estudian en estos momentos. Se trata de Campo del Príncipe, Carrera de la Virgen, Fuente de las Batallas y Placeta Puerta del Sol. todos ellos en el Realejo, y Bib-Rambla, Alonso Cano, Oficios y Pasiegas, localizados en el Centro. El resto, la mayoría, forman parte del Albaicín, como Cárcel Baja, Plaza Nueva, Santa Ana, Elvira, Correo Viejo, Cuesta de San Gregorio, Placeta de Carvajales, Paseo de los Tristes, Rey Chico, Mirador de San Nicolás, Mirador Cruz de Rauda, Ermita de San Miguel y Huerto del Carlos.

No hace falta sumergirse demasiado en la hemeroteca para recuperar incidentes de consideración o problemas acentuados por el tiempo. Es el caso de la placeta Puerta del Sol, donde los vecinos del barrio llevan años denunciando el abandono de la zona y el impacto que el vandalismo está provocando en el mirador, cuyas obras de restauración están cerca de comenzar. También se encuentra entre los puntos más afectados la Fuente de las Batallas, que hace menos de dos meses apareció tintada de rosa.

Otros lugares afectados por la inseguridad son los que sirven de miradores. Es el caso de Carvajales, San Nicolás, Cruz de Rauda o San Miguel Alto. Todas estas ubicaciones vienen siendo escenario de botellones que, por las circunstancias derivadas de la pandemia, se están intensificando. La concejalía ya anunció hace unas semanas la puesta en marcha de un sistema de vigilancia por dron para tratar de frenar el fenómeno. Ahora pretenden reforzarlo con la instalación de cámaras fijas.

En el caso de Elvira, tanto en el tramo de Cárcel Baja como el de Correo Viejo, la preocupación son los robos y las riñas detectados, que provocaron recientemente que algunos ciudadanos conformaran patrullas vecinales para contrarrestarlos. Hace tan solo una semana, colectivos del barrio protagonizaron una manifestación para reclamar más seguridad en la zona y, en el último pleno, la cuestión fue debatida por los corporativos después de que el grupo municipal de Vox presentara una moción en el mismo sentido.

«Hace falta coordinación y es voluntad de este equipo de gobierno pedir una ampliación del sistema de videovigilancia en espacios públicos, barrios históricos como el Centro, Realejo y Albaicín, en atención a las demandas vecinales, que vienen requiriendo un alto número de servicios policiales de diversa índole», aseguró entonces el responsable municipal de Seguridad Ciudadana.

Una red con ocho 'ojos' vigila ya diferentes puntos de la ciudad. Está presente en el Arco de Elvira, el Aljibe del Zenete, el Aljibe del Rey, el Palacio de Dar-al-Horra, la Puerta Monaita y el Arco de las Pesas, En todas estas ubicaciones, las cámaras apuntan a algunos de los monumentos más sensibles y que más problemas padecieron en el pasado por culpa del vandalismo.

Su instalación, propuesta en 2011 durante el penúltimo mandato del popular José Torres Hurtado, generó un fuerte debate en la ciudad entre aquellos que requerían el refuerzo de la vigilancia frente a los que consideraban la iniciativa como un ataque a la intimidad de los granadinos y la asociaban al exceso de celo de los gobiernos denunciado por George Orwell en la novela '1984'.

El enfrentamiento se reprodujo en 2015, cuando el gobierno municipal de la época inició la tramitación. La cuestión llegó incluso al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Un órgano colegiado por la institución, la comisión de garantías de la videovigilación, acabó dando la autorización años después.

A este ente es al que el Consistorio deberá enviar la propuesta de ampliación del sistema con los informes pertinentes. La comisión ya rechazó en 2008 una iniciativa similar prevista en el Centro. En aquel momento el objetivo era identificar a los ladrones que merodeaban por los principales ejes comerciales y que habían provocado numerosos incidentes. Los jueces determinaron entonces que la medida no era proporcional al menoscabo de la intimidad que el sistema iba a causar.

No hubo problemas, sin embargo, para la instalación de cámaras en otras calles de la ciudad con objeto de vigilar el tráfico. Actualmente la ciudad dispone de más de una veintena de dispositivos que controlan segundo a segundo lo que sucede en puntos como Fuente Nueva, Tablas, Camino de Ronda, Neptuno, Recogidas, Carrera del Darro o San Matías. También otros como Reyes Católicos, Elvira, Pagés o San Luis en los que observan los accesos protegidos por pilonas al Centro. Lo mismo ocurre en la avenida de la Constitución, Ancha de Capuchinos y la avenida de Pulianas, puntos en los que la misión de las cámaras es asegurarse de que las limitaciones de los carriles dedicados al sistema de transporte público y vehículos de movilidad personal se cumplan.

A esas se suman cerca de 300 más que el Ayuntamiento de Granada tiene dispersadas por diferentes edificios de titularidad municipal. Entre los inmuebles controlados están la Casa Consistorial, las oficinas de Gran Capitán y Mondragones, el Teatro Isabel la Católica, los diferentes centros de la administración situados en los barrios o los pabellones y espacios deportivos que gestiona la ciudad. 'Ojos' a los que el gobierno municipal quiere sumar nuevas cámaras para responder a las demandas que les realizan los ciudadanos.