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La gran preokupación del Albaicín
Las viviendas ocupadas de forma indiscriminada alteran la convivencia pacífica del barrio / La Policía Local realiza en el último año medio centenar de actuaciones para identificar a los habitantes de viviendas, cuevas y caravanas
La 'gran preokupación' del Albaicín no es tan solo el de las casas ocupadas, un problema que se arrastra desde hace al menos una década. ... Son las consecuencias. Si bien antes el 'movimiento okupa' tenía una vertiente social con la que se podía estar o no de acuerdo, ahora ha perdido esa capa de lustre y tan solo cobija, a tenor de las denuncias vecinales, graves problemas de convivencia vecinal.
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Un paseo por las calles del barrio Patrimonio de la Humanidad permiten cotejar que las quejas vecinales son ciertas, «y que en las últimas tres décadas, el barrio ha empeorado», critican. Ejemplos no faltan. En la calle Aljibe de San Ildefonso hay una casa ocupada junto a un local vacío «que antes era una tienda de ultramarinos de toda la vida». Junto a este local, una verja rota custodia el aljibe, que muestra una placa de cerámica que reza que es del siglo XIV-XV. Los okupas lo han convertido en la caseta del perro y se ve que hay varios, porque hay unos cuantos recipientes con agua y unas mantas para que los animales puedan recogerse del frío.
Pasan muchas cosas, y pocas son buenas para la buena vecindad. Aunque también hay quien lo pretende aprovechar, pero por lo legal. Vean si no este anuncio publicado en una página en internet de ofertas de pisos:«Si usted dispone de un caserío casa chalet o algo por el estilo que lo tiene abandonado y a la deriva antes de que se meta gente de okupa contacte conmigo para más información«.
«Yo estoy buscando algo -añade-, para arreglar a poca poco y en ese tiempo vivir y cuidar la finca cuidar la casa y yendo arreglando a poco a poco las cosas y ya para el día de mañana usted lo tendrá arreglado pero con la condición que yo vivo ahí en todo este tiempo. Así también evitará que se meta gente de okupa porque es una problema muy grave en día de hoy. No dudes en llamarme para más información».
El anuncio es pertinente. Este mismo mes de abril una familia vio cómo la casa de la abuela en la Cuesta de Alhacaba, en la que vivían los familiares cuando venían los fines de semana a Granada y que estaba en perfecto estado de revista, sufrió el síndrome de la patada en la puerta y tuvieron que aguantar tres noches a los okupas, a los que lograron expulsar tras presentarse en manifestación en la puerta de la casa. Ahora, los han denunciado por los destrozos cometidos.
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Los datos policiales
Más ejemplos de la importancia del problema okupa en el Albaicín. La Policía Local realiza una vez a la semana alguna intervención por el problema okupa. Según los datos suministrados a este periódico, las llamadas recibidas por denuncias de la existencia de casas okupas en el Albaicín durante el último año han sido 22.
«Todos los requerimientos fueron atendidos, por supuesto», añade el portavoz policial. Además, hay que sumar otras 21 llamadas telefónicas par denunciar la presencia de caravanas aparcadas de forma irregular, «que es otro tipo de modalidad de ocupació». De hecho, los vecinos del Albaicín consultados entiende que «llegan en estas caravanas, aparcan de forma ilegal y otean el barrio hasta encontrar una casa de su agrado, y la ocupan».
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Por último, la Policía Local confirma la existencia de hasta siete viviendas okupadas en el mismo periodo de tiempo.«Acudimos, identificamos a los moradores, lo que no es sencillo, porque se atrincheran, saltan, se van». «Tenemos ya seis informes y una diligencia en el juzgado por incidencias diversas de este tipo. Los informes quieren decir que van a Policía Judicial, se busca al dueño de la vivienda a través del catastro y se le requiere para que tome medidas para el inicio del expediente de desalojo«.
Las casas en cuestión son las que, exactamente, denuncian los propios vecinos del Bajo Albaicín: Entorno de San Miguel, San Nicolás, resto del Albaicín, 5 viviendas, entre ellas las detectadas en la Calle Larga de San Cristóbal, Coca de San Andrés, Molino de la Corteza de San Andrés, Cuesta Maraña y Baja de San Ildefonso. También investigan otras más en el entorno de la calle Zenete y Aljibe del Trillo«. Como setas en el bosque cuando llueve, el Albaicín sufre perennemente un sarpullido de casas okupadas.
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Aquí hay dos cuestiones. Por un lado, las caravanas. Por otro, las cuevas del cerro. «Ahora mismo tenemos cuatro cuevas okupadas que hayamos identificado a los moradores. Sabemos que son pocas, pero es que se quitan de enmedio. En total, en el censo hay cuarenta«. Respecto a la explanada, donde está el campo de fútbol, la Policía Local confirma que «»es un punto de encuentro, la mayoría extranjeros«.
Hacen batidas semanalmente, «y esta semana hemos desalojado seis caravanas«. Además, van a tomar medidas, como aumentar el seguimiento y la vigilancia policial en esta zona »porque así nos lo demanda la junta de distrito del Albaicín«. Además, por afinar, »como son extranjeros, vamos a poner señales de prohibido aparcar en inglés, a ver si así no se hacen los despistados«.
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Las asociaciones de vecinos
Una ronda de entrevistas con las fuerzas vivas del Albaicín permiten realizar, según sus testimonios, una radiografía del Albaicín demoledora. En el Bajo Albaicín, desde Elvira hasta el Zenete,«hay una docena de viviendas okupadas por magrebíes que se dedican a trapichear». Subiendo Albaicín arriba, «aparecen las casas ocupadas por los extranjeros y por esos que llaman perroflautas».
Seguimos. «En el Cerro de San Miguel quienes se han hecho fuertes son los senegaleses. Los extranjeros van rotando«. Queda el Sacromonte, donde denuncian que »las cuevas que se abandonaron hace más de medio siglo en los barrancos de Los Negros y Los Naranjos se han vuelto a abrir, y están en una situación de completa inseguridad«.
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Termina este recorrido y queda la sensación de que la 'gran preokupación' del Albaicín va para largo.
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