Turistas en moto por el centro de Gorafe. Pepe Marín

Gorafe: el corazón del desierto desde el que admirar las estrellas

Los vecinos de este punto neurálgico del Geoparque relatan las bondades de ser foco del turismo

Laura Ubago

Granada

Domingo, 9 de junio 2024, 00:05

Richard y Cristina apoyan las bicis sobre la tierra seca del desierto de Granada. Conocieron estos parajes por internet y han llegado de Francia para ... hacer una ruta de bici de 8 kilómetros por los alrededores de Gorafe. Se paran en el mirador en completo silencio. Están absolutamente solos. Junio es un mes flojo para el Geoparque aún así hay rastros de visitantes. La primavera y el otoño estuvieron a tope y ahora llega la calma de la temporada baja.

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La alcaldesa del municipio, Trinidad González, expresa el momento espectacular en el que está el pueblo. Reclaman más inversión empresarial. En la plaza hay poco movimiento: vecinos que compran en la farmacia y exactamente cuatro niños en el recreto del colegio, que es en el parque de enfrente.

Se busca empresario para quedarse con el hostal. La dueña se ha jubilado y se afana en encontrar alguien para que vuelva a abrir este alojamiento clave para Gorafe.

En el museo, el Centro de Interpretación del Megalitismo, echan de menos más visitas. Las de turistas nacionales. La de los niños de los colegios y los adolescentes de los institutos de la provincia. Así lo explica Rocío Campos, guía de este museo en el interior del Geoparque.

En el Mesón La Ilusión dan cincuenta comidas a diario en los meses fuertes. Los fines de semana más de cien. Aunque llevan trabajando toda la vida se nota el tirón del Geoparque, según relata Antonio, que ya comenzó a trabajar esta tierra hace 20 años.

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En el centro del municipio está Juan, con su tienda en la plaza que asegura que al pueblo le ha dado «vidilla» esto de ser Geoparque. En el desierto, una casa de cristál. En otro punto del pueblo un observatorio de estrellas que no para de recibir visitantes. Es la calma comercializada y cuidada para que siga siendo algo tranquilo, con ese atractivo de paz. Cruzan el pueblo tres motoristas alemanes mientras la vida transcurre despacio. Hay menos de 400 habitantes y más de cien alojamientos en casas cueva donde se vive la esencia del Geoparque. Hay rutas en 4x4 y se puede visitar en globo. Es extenso y a priori destartataldo, pero el título de la Unesco ha fusionado cuatro comarcas en un solo espacio, ahora, con mucho tirón.

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