La fuga de enfermeros a otras provincias sigue creciendo y marca un nuevo récord en Granada

En Granada, sin ir más lejos, la cifra es la más elevada de los últimos tres años. Entre 2019 y 2022 estas fugas se han visto incrementadas un 40%. Y lo que es peor, el fenómeno se ha consolidado y crece de forma constante, sobre todo, a raíz de la pandemia. Desde el Colegio de Enfermería de Granada inquieta una tendencia que es «constante» y que además se une, alertan, al «bajo porcentaje en el número de graduados que llegan a colegiarse», apunta su presidente, Jacinto Escobar. Este año, cuenta, ha habido 120 altas, lo que apenas representa un 60% del total de estudiantes que finalizan la carrera.

La principal vía de escape de estos profesionales es Cataluña, que firma seis de cada diez contratos que se formalizan fuera de la provincia granadina. Otros destinos como País Vasco o Navarra también son muy apreciados. El motivo es que en estos puntos de la cartografía nacional se firman mejores y más estables contratos que en Andalucía. Lo que evidencia, a juicio de Escobar, que es necesario «mejorar las condiciones laborales de los profesionales enfermeros si es que se quiere evitar la fuga de talento», menciona.

Lo peor es que la situación en las plantillas del Servicio Andaluz de Salud (SAS) no es para tirar cohetes, denuncia el sector.

El Colegio granadino reconoce que el éxodo de profesionales se ha convertido en una de sus principales preocupaciones. Más que nada porque las ratios enfermero-paciente en la provincia están «muy por debajo» de lo que ocurre en Europa. «Tenemos casi la mitad de las enfermeras que la media europea, cifra que va a empeorar en los próximos años con la jubilación de unas mil compañeras, según nuestras previsiones», critica Jacinto Escobar, para quien las condiciones laborales de la Junta son insuficientes. Aunque se hayan mejorado y la Junta se haya comprometido a no ofrecer contratos de menos de seis meses de duración, dice, «el alto talento de Granada emigra a otros sitios porque no solo pagan mejor, sino que también ofrecen otras ventajas como el reconocimiento real de las especialidades enfermeras», alerta.

La secretaria provincial del Sindicato de Enfermería (Satse), Fayna Gómez, explica que el fenómeno está creciendo a raíz de la pandemia debido a que esta sirvió para que se conociera más y mejor el papel «fundamental» que tienen en la sanidad. «Se han dado cuenta de que, cuando faltan las enfermeras, hay peor salud en la población, por lo que ahora la demanda de estos profesionales está creciendo», señala esta mujer, que alerta de las consecuencias que está teniendo ya la carrera a golpe de talonario que parece haber empezado para hacerse con los servicios de este tipo de profesionales. La solución es ofrecerles mejores condiciones, cree la portavoz delSatse, que ve «incongruente» en este contexto y con un «déficit crónico y estructural» de la plantilla de enfermeras que se les vaya a ampliar las competencias, tal y como quiere la Junta de Andalucía. «Tampoco veo normal, hoy que faltan más enfermeras que nunca, que los contratos que se ofrezcan sean precarios», finaliza.