Fuente y monumento de Benlliure en la plaza de Isabel la Católica IDEAL

La fuente de los selfies

La de la plaza de Isabel la Católica es una de las más fotografiadas de Granada

Domingo, 27 de julio 2025, 23:57

Con permiso de las fuentes de la Alhambra, la del monumento de Isabel la Católica y Colón es una señas de identidad de esta ciudad, ... y quien la visita, no se va sin un selfie con la reina y el almirante de fondo. Los más veteranos que lean este apunte recordarán que ilustraba aquellos billetes de cinco pesetas que despiertan cierta nostalgia con olor a pan de higo. Doble guiño para aquellos que vivieron también su traslado desde el Paseo del Salón, donde lucía con más gracia al final de la Carrera de la Virgen que en su ubicación actual. Hoy, a pesar de la monumentalidad del conjunto, parece encogida por el telón de fondo que le ha tocado: uno de los edificios más discutibles de toda Granada. Algunos aún no hemos aprendido a mirarlo…

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El monumento que se alza en el centro de la fuente representa a la reina Isabel la Católica y a Cristóbal Colón en el momento de la entrega de las Capitulaciones. Fue encargado al afamado escultor Mariano Benlliure con motivo del cuarto centenario del Descubrimiento de América, en 1892. Benlliure, estrella del mármol en la España de fin de siglo, no logró sin embargo convencer a todo el mundo. Las crónicas de la época aseguran que ni él mismo quedó satisfecho. Dicen que asistió a la instalación, la vio apenas iluminada por antorchas… y se marchó sin despedirse. (Revista La Alhambra, 1906, citado por Gabriel García Guardia en su libro 'Agua, mármol y bronce').

La inauguración fue, directamente, un sainete. Se esperaba la presencia de la regente María Cristina, que había prometido acudir a Granada junto al joven Alfonso XIII, todavía en pantalón corto. Pero, estando en Sevilla, el rey se resfrió y su madre, temerosa de que el catarro se le complicara, como todo en aquella España decimonónica, emprendió apresurada retirada hacia Madrid. Granada, herida en su orgullo, respondió a lo grande: inauguró el monumento por su cuenta, desmanteló con furia la decoración de las calles que esperaban a la monarca, el alcalde dimitió, y no faltó quien pidiera declarar el estado de guerra. Cánovas no lo firmó, pero la anécdota da idea del tono.

Ubicación original del monumento Archivo de IDEAL

En 1962, el monumento fue trasladado a su ubicación actual, ocupando el espacio reservado originalmente a una estatua dedicada a don Álvaro de Bazán, que al final se tuvo que conformar con una placa discreta en la fachada del BBVA. La fuente que lo rodea, inspirada en la del Triunfo, fue muy celebrada en su día, con unos suaves chorritos de agua que sustituyeron a la vieja verja de hierro de la fuente original, en la que tantos niños se habían encaramado en sus juegos por el Paseo del Salón.

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Traslado del monumento en 1962 Archivo de IDEAL

Eso sí, tampoco se diseñó para que le plantaran detrás la mole del edificio del Santander. El proyecto inicial era mucho más ambicioso: se demolía la vieja Casa de Correos, el teatro Gran Capitán y se abría una espléndida avenida que llegaría hasta la plaza de Mariana Pineda. Pero la cosa se quedó antes de llegar a Pavaneras.

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