Expo y Juegos, el año de España

Decir 1992 es, para una adolescente como la que escribe era entonces, evocar sonidos hechos canciones que aún hoy suenan y forman parte imprescindible de la 'playlist' de nuestra vida y en la que no pueden faltar 'How do you do' de Roxette, 'All that she wants' de Ace of Base, 'I will always love you' de Whitney Houston o 'Just another day' de Jon Secada, por citar solo algunos temas. Nombres propios que quizás ya no se oyen, aunque sí lo hace la herencia musical que nos dejaron.

Eso, por no hablar de las 'boy bands' que hoy florecen y que, aunque tuvieron su origen en décadas anteriores, disfrutaron de un resurgir a finales de los 80 y primeros años de los 90, encabezadas por New Kids on the Block, Take That o Backstreet Boys, por nombrar sólo a algunas, y que volvieron a recuperar el fenómeno fan también en España.

Y es que en eso, como en todo, nuestra piel de toro iba dejando de quedarse aislada. Al filo de su mayoría de edad democrática, se vestiría de largo para acoger dos eventos que volverían a poner su nombre en el panorama mundial. Con un día más para disfrutar, dado que fue bisiesto en el calendario gregoriano, y declarado como el Año Internacional del Espacio por la Organización de las Naciones Unidas, nada más universal que los dos eventos que tendrían a España como protagonista.

El primero, la Exposición Universal de Sevilla que, coincidiendo con el quinto centenario del descubrimiento de América y llevando por lema 'La era de los descubrimientos', se desarrolló durante seis meses, del 20 de abril al 12 de octubre. Curro, un simpático pájaro de pico y cresta multicolor, nos identificaría ese año.

No estaría solo en ese 1992 tan internacional. En otro ámbito, esta vez el deportivo, le acompañaría Cobi. Aunque rostros distintos de eventos muy diferentes, a menudo se les pudo ver incluso juntos, compartiendo promoción de sus respectivas celebraciones.

Pero, sobre todo, si los españoles y parte del mundo recuerdan este año es por los Juegos Olímpicos de Barcelona, un evento multideportivo celebrado entre el 25 de julio y el 9 de agosto en el que participaron 9.356 atletas –6.652 hombres y 2.704 mujeres– de 169 comités nacionales. Una competición en la que, además, las respectivas selecciones anfitrionas harían sacar pecho a España. No en vano, su apuesta por el deporte, concretada en un plan de profesionalización deportiva jamás soñado, le hizo merecedora de su mejor actuación hasta la fecha, al lograr 22 medallas, trece de ellas, de oro.

Al igual que en Sevilla, este acontecimiento propició, además, una profunda transformación urbanística de la Ciudad Condal, con el anillo olímpico de Montjuic; y sirvió también como carta de presentación de la España democrática hacia el exterior.

El entonces presidente del Comité Olímpico Internacional, el barcelonés Juan Antonio Samaranch, declaró en la clausura que habían sido «los mejores Juegos Olímpicos» de la era moderna hasta la fecha.

Y, como himno, en la memoria de todos los coetáneos quedaría para siempre 'Barcelona', interpretada por Freddy Mercury y Montserrat Caballé, aunque el británico hacía apenas unos meses que, en noviembre de 1991, había dejado de dar brillo al universo musical con sus creaciones.

Para la que escribe, cuyo recuerdo permanece imborrable y que vivió estos Juegos Olímpicos desde Inglaterra, siempre le quedará en la retina que en la televisión británica sólo el líder de Queen pusiera voz a esta compartida canción. Serán cosas del patriotismo.