Una expedición con once discapacitados y 42 voluntarios asciende este sábado al Mulhacén
El desafío 'Juntos a la cima' pretende dar visibilidad a los derechos de las personas con diversidad funcional
I. G.
Granada
Miércoles, 25 de junio 2025
Once personas con discapacidad, acompañadas por 42 voluntarios, emprenden este sábado un desafío épico: ascender al techo de la Península, el pico Mulhacén de Sierra ... Nevada, con 3.479 metros de altura. La expedición 'Juntos a la cima', organizada por la Asociación para el Fomento del Deporte Inclusivo (Afoprodei), contará con la participación de deportistas con movilidad reducida, sordera, ceguera, autismo y diabetes, y 42 voluntarios entre guías, intérpretes de lengua de signos, sanitarios, personal logístico y una fotógrafa.
Publicidad
Dos de los participantes en esta segunda subida inclusiva al Mulhacén son Teo Valderrama y Alma Matamoros, dos jóvenes granadinos de 18 y 17 años con parálisis cerebral que se mostraban hace unos días muy ilusionados ante el desafío. Ambos están acostumbrados a realizar actividades deportivas al aire libre –Teo es aficionado al senderismo y Alma, una espeleóloga consumada–, aunque están un poco impresionados con la magnitud del reto de este 28 de junio.
Ellos realizarán la ascensión en sillas de ruedas adaptadas 'joëlette', con una sola rueda delantera y asas tanto delante como detrás del asiento para los voluntarios que las transportan. Se trata de un ascenso duro, con un recorrido de más de 20 kilómetros –ida y vuelta– y un desnivel acumulado de 1.300 metros.
Avanzar sin dejar a nadie atrás
Afoprodei, que en este reto cuenta con el apoyo de la delegación de Montañismo Inclusivo de la Federación Andaluza de Montaña, recuerda además que cuatro personas ciegas realizarán el recorrido utilizando barras direccionales –guiadas por voluntarios– y otra, acompañada de su perro guía; y tres personas sordas contarán con un intérprete de lengua de signos durante toda la caminata. También participará en la expedición una persona con autismo y otra con diabetes tipo 1, una enfermedad invisible que añade desafíos importantes a este tipo de actividades.
«Todos ellos forman parte de un proyecto donde la montaña se convierte en símbolo de igualdad, esfuerzo compartido y visibilidad –señalan los organizadores–. Este tipo de iniciativas no solo transforman la vida de quienes participan, sino también la mirada de toda la sociedad. Subir juntos a la cima simboliza lo que realmente importa: avanzar sin dejar a nadie atrás».
Publicidad
Aparte de su valor deportivo, la asociación pretende con esta actividad «dar visibilidad a las capacidades y derechos de las personas con discapacidad, y también a quienes conviven con condiciones crónicas no visibles, como la diabetes, que implican planificación, apoyo y comprensión para poder disfrutar de actividades en la naturaleza».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión