Exoesqueletos que llenan de pasos a los niños en Aspace

Poder andar es una realidad ya posible para muchos niños con dificultades motoras en Aspace (Asociación Granadina de Atención a personas con parálisis cerebral). Eli, ... con solo once años, lo sabe bien. Aplaude -signo de emoción- cuando echa las piernas hacia delante y atrás gracias a la ayuda de un exoesqueleto pediátrico que se coloca sobre sus piernas y parte de sistema nervioso central. Su madre la mira con emoción y graba sus primeros pasos. Unos pasos que su fisioterapeuta, Mari Sol Maestro, dirige sus movimientos desde la estructura robótica que permite a la pequeña caminar. Granada es una de las pocas provincias de España que cuenta ya con esta tecnología que funciona de forma automática pero que se impulsa también por la fuerza de sus usuarios. Entre los principales beneficios se encuentra ganar movimiento en los niños que están todo el día sentados y hacer así que puedan participar en actividades tan simples como llevar el carrito de sus muñecas o jugar con sus amigos, según explica la fisioterapeuta. «Les da la oportunidad de andar, algo inimaginable años atrás. Interactúan con niños de su edad o con sus hermanos», añade Mari Sol, un día a día nuevo en sus vidas que reciben con ilusión y emoción. Sin embargo, ella misma reconoce que al principio sienten un poco de miedo por el vértigo que supone comenzar a andar. Otros siete niños corren esta misma suerte en la sede de Aspace Granada, donde la asociación ha habilitado una sala que utilizan ya para dar las sesiones en las que los pequeños aprenden a andar. Además, aunque ahora dan cobertura a estos pequeños, esperan poder aumentar la cifra y llegar hasta 20 niños de la provincia con dificultades motoras de entre tres y 12 años.