Le eximen de llevar la pulsera de supuesto maltratador de Granada tras irse ella a otra provincia

Este caso fue investigado por el juzgado de Instrucción número 1 de Guadix, que acordó a principios del año pasado transformarlo en un procedimiento abreviado (pasar a la fase de preparación del juicio oral). Y a lo que ha tenido acceso IDEAL es a una resolución de la Audiencia Provincial de Granada, dictada en diciembre del año pasado, en la que estima en parte el recurso que el hombre interpuso contra la decisión del juzgado de dejarlo en la antesala de juicio y colocarle la referida pulsera para garantizar que no se acercasen.

El tribunal provincial solo aceptó dejarlo sin pulsera, pero no que el proceso no siga su curso normal, sin que haya trascendido cuál ha sido su desenlace. Para la Audiencia, la medida del control telemático no estaba «suficientemente justificada», pues el alejamiento que acordó el juzgado accitano era recíproco (presuntamente se pegaron ambos) y, aparte, ella estaba en un centro de desintoxicación de Málaga. Había, por ende, distancia de por medio.

El día de la pelea, el 27 de mayo de 2019, la mujer declaró espontáneamente a los agentes de la Guardia Civil que acudieron a su vivienda alertados por su suegro que los cortes en los brazos que presentaba «se los produjo ella», así como los desperfectos que los agentes pudieron observar en la vivienda (desorden, cristales, platos rotos y una lámpara fracturada). Sin embargo, luego, en el juzgado, también sostuvo que había sido «objeto de gritos» y de «insultos». Dijo asimismo que él la había golpeado y tirado «por el suelo» y que «le retorció la mano derecha, le tiró del pelo y la arrastró por el suelo de la escalera y le causó lesiones en la parte superior de los brazos».

El hombre contó a los agentes que había ido a buscar a su pareja al pantano y la había llevado a casa «al encontrarla muy bebida y junto a otros hombres que pretendían sexo con ella».

Asimismo, el investigado, que tenía un ojo un poco hinchado y un arañazo en la ceja, les indicó que había encontrado en su móvil «mensajes sugerentes de su posible infidelidad», por lo que habían discutido y ella había comenzado a tirar cosas, había amenazado «con suicidarse» y le había «golpeado».

En su auto, los magistrados de Plaza Nueva recuerdan que una pulsera de este tipo está destinada a atajar un peligro para la persona protegida, y que su colocación en este granadino había sido ya dejada en suspenso por el propio juzgado de Instrucción en enero de 2020 hasta tanto la decisión de ponérsela no fuera firme. «Por lo demás, y tras el incidente del día 27 de mayo de 2019 que dio lugar a la instauración de la medida de alejamiento recíproco por auto de 28 de mayo de 2019, no hay constancia de que hechos posteriores al mismo den soporte a la adopción de tal control telemático», señala la Audiencia.

Junto a ello, recalca que la supuesta víctima, que es la persona a la que con dicho control telemático se trata de proteger (a su vez sujeta a una medida de alejamiento respecto del controlado), no había solicitado ese control y apoyaba incluso el recurso de su supuesto maltratador para no tener que llevarla.

«En consecuencia, –agrega la Audiencia– el recurso será estimado en este particular y dejado sin efecto el control telemático». Este había sido acordado el 8 de noviembre de 2019 y no ha llegado a ser efectivo en ningún momento desde el inicio del caso.