Dinero y un vehículo incautados durante la fase de explotación. En la otra imagen, uno de los arrestados. IDEAL

La estafa de criptomonedas a una joven en Granada que acabó con dos call centers desmantelados

La Operación Sylvanas desarticuló una banda criminal que logró un beneficio millonario después de realizar casi 150.000 llamadas fraudulentas

Laura Velasco

Granada

Domingo, 31 de agosto 2025, 23:31

Un hito en la lucha contra las estafas de inversión en el que Granada ha tenido mucho que ver. Este verano se ha llevado a ... cabo la fase de explotación de la Operación Sylvanas, desarrollada por Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d'Esquadra, que desmanteló una organización criminal dedicada a las falsas inversiones en criptomonedas. A través de dos call centers engañaron a decenas de personas -por ahora hay contabilizadas más de 100 víctimas- y defraudaron una cantidad superior a los diez millones de euros. Fueron detenidas 21 personas (17 en Barcelona, dos en Madrid, una en Mallorca y otra en Alicante). Los tres principales responsables continúan en prisión provisional. La Policía Nacional de Granada ha jugado un papel esencial en esta investigación, concretamente la Unidad de delincuencia económica y fiscal (UDEF) y la de Blanqueo de capitales.

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Todo comenzó en la capital nazarí con la denuncia de una joven, que informaba de que había sido estafada con 6.000 euros. Vio un anuncio en el que prometían unas ganancias del 40% con una inversión de 250 euros en criptomonedas y pinchó. En este tipo de timos, las víctimas reciben después llamadas para ganarse su confianza. Les piden la documentación y la nómina para dar «una apariencia de legalidad». A continuación, les dan las credenciales de una plataforma en la que observan cómo sus 250 euros, supuestamente, son ahora 8.000. «Es una manipulación del código de la fuente de la página web. Los autores ponen la cantidad que quieren, pero es falso. Consiguen que la víctima, al pensar que su dinero ha crecido tanto, quiera seguir invirtiendo y ganar más», detalla Rubén F., oficial de la Unidad de delincuencia económica y fiscal de la Policía Nacional de Granada.

En esta unidad están acostumbrados a recibir denuncias en las que las cantidades estafadas son muy elevadas. No bajan de los 50.000 euros y pueden alcanzar el medio millón. En comparación con estas cifras, la cifra de la joven era bastante más baja. Aún así, a todo se le da importancia y todo se analiza. En estos casos, hay un protocolo establecido para impedir que diferentes cuerpos investiguen lo mismo sin saberlo. Al introducir los primeros datos en las unidades de inteligencia, los agentes de Granada se dieron cuenta de que las personas a las que buscaban ya estaban siendo perseguidas por el Equipo de investigación tecnológica (Edite) de la Guardia Civil de Palma de Mallorca y la Unidad central de estafas de los Mossos d'Esquadra de Barcelona.

«Montamos un equipo conjunto de investigación que resultó bastante satisfactorio, porque era multidisciplinar. Lo que no sabían unos, lo conocían otros. Mantuvimos reuniones semanales», detalla Rubén F., experto en la trazabilidad de criptoactivos, que es la tarea principal que se ha llevado a cabo en Granada.

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Después de prácticamente un año de pesquisas, se llevó a cabo la fase de explotación, con registros en dos domicilios, propiedad de dos de los objetivos principales, y dos call centers, desde los que se habían realizado cerca de 150.00 llamadas. «Normalmente los ubican fuera de España para dificultar su localización, en Sudamérica o el Sudeste asiático, pero en este caso estaban en Barcelona. Tenían apariencia de oficina normal y cambiaban de lugar cada tres meses», relatan desde la UDEF. En ellos trabajaban personas jóvenes, menores de 30, a cambio de un sueldo. Eran, presuntamente, conocedores de las actividades delictivas que se llevaban a cabo.

Durante los registros intervinieron más de un millón de euros en efectivo, billeteras de criptomonedas por un valor cercano a los 400.000, siete vehículos de alta gama (alguno valorado en más de 100.000 euros), un arma de fuego, joyas, relojes de lujo, documentación y equipos informáticos. El análisis de la información recabada se prolongará durante meses.

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Los agentes tienen constancia de una única víctima en Granada, la joven cuya denuncia dio comienzo a las pesquisas, aunque están seguros de que hay perjudicados que aún ignoran que lo son. Otros no lo hacen por vergüenza o porque piensan que no recuperarán el dinero, pero siempre hay que ponerlo en conocimiento de las autoridades.

«Si en el juicio se les atribuye una responsabilidad penal y civil a los arrestados, tendrán un resarcimiento económico», recuerda el oficial de policía de la UDEF, que se muestra feliz con el resultado de la Operación Sylvanas. «Que hayamos podido identificar a los cabecillas de la trama y realizar tantas detenciones, después de que el dinero haya pasado por diversos puntos del mundo, ha sido muy satisfactorio», concluye Rubén F. Su trabajo y el de sus compañeros no acaba aquí; aún queda mucho por analizar y las estafas de esta índole, por desgracia, no dejan de producirse.

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