La prisión de Albolote aísla a los nuevos ingresos para mantener a los internos libres de contagios
Una interna que venía de un permiso agrede a dos funcionarias y queda aislada como correctivo por lo sucedido
Ninguno de los casi 1.400 internos de la prisión de Albolote ni tampoco los funcionarios del penal han necesitado ser aislados por estar contagiados ... del coronavirus. La mayor preocupación durante esta semana ha sido la reincorporación de 35 reclusos que pudieron salir de permiso el pasado viernes, antes de que se decretara el estado de alarma y quedaran prohibidas las salidas del penal por permisos. La fórmula seguida conforme se han ido reincorporando estos reos a la cárcel tras el disfrute de sus permisos ha sido someterlos a una cuarentena de catorce días en el módulo de ingresos y salen a un patio de forma aislada para evitar el contacto con otras personas.
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Periodismo y compromiso
Uno de los principales problemas a los que se están enfrentando los funcionarios es la falta de equipos de protección individualizados y de material anticontagio. La delegada de prevención de riesgos laborales de CC OO, Cecilia Vargas, presentó una denuncia el jueves en el juzgado de guardia de La Caleta por esta falta de material protector. «Tenemos solo los utensilios que nos traemos de casa y son los propios internos quienes se alarman cuando nos ven sin protección», apunta esta sindicalista. También han pedido a la dirección hacer turnos de 24 horas para no coincidir con los de la otra guardia y evitar contagios.
La supresión de las visitas de familiares y allegados a los presos se ha suplido con la autorización para tener más tiempo en las llamadas telefónicas y la posibilidad de mantener comunicaciones por cristal entre internos de distintos módulos cuando entre ellos exista algún tipo de relación afectiva o familiar. Son dos de las formas ideadas para relajar un poco el ambiente existente tras la supresión de visitas.
Agresión
De momento sólo se ha registrado la agresión de una interna a dos funcionarias antes de ayer jueves. La reclusa, que venía de un permiso, pasó a aislamiento. No ha habido más incidentes reseñables, aunque el temor existente en estos momentos es que la imposibilidad de que entre droga desde la calle hará que los consumidores habituales puedan generar conflictos. De momento no se ha vivido ninguna situación especialmente destacable salvo el incidente reseñado.
Crisis del Coronavirus
La dirección de la prisión sí ha facilitado a los internos mascarillas quirúrgicas y otros elementos de protección, al menos eso es lo comunicado a IDEAL.
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La organización de la rutina diaria en los distintos módulos no ha cambiado en exceso, aunque se ha adoptado una medida importante: en las horas de patio no se pueden mezclar internos de distintos módulos. De esa forma, en el caso de detección de algún caso de coronavirus, quedaría aislado todo el módulo pero no implicaría al resto de internos repartidos por las celdas de otros pabellones de la prisión. La cárcel de Albolote dispone de 17 módulos y hay casi 1.400 internos ingresados en estos momentos.
Las medidas de seguridad contra el COVID-19 en este penal son de difícil cumplimiento debido al escaso espacio físico existente. En una buena parte de las celdas del penal de Albolote hay dos internos ingresados en un espacio muy reducido. En el comedor, donde bajan todos los internos por módulos (entre 70 y cien por pabellón salvo excepciones), se les ha advertido de que guarden cierta distancia pero debido a las dimensiones físicas no resulta nada fácil hacerlo. Cuando van al patio ocurre lo mismo. Los presos acuden en grupos de setenta a cien, salvo quien decide quedarse en la celda algo que están permitiendo sin problema. El peculio o dinero también les está llegando pero a través de ingresos en cuentas corrientes y ello les está permitiendo abastecerse en el economato de la cárcel de aquellos productos que necesitan.
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