Edificio de la estación de tren de Andaluces junto a las vías del Metro de Granada. Pepe Marín

Una estación más verde e integrada

La propuesta de integración del ferrocarril plantea más zonas ajardinadas en el entorno de Andaluces y mejores conexiones con el autobús metropolitano

Jueves, 12 de septiembre 2024, 00:38

Una estación Frankestein. Eso es lo que se encuentran los viajeros al bajar del tren a su llegada a Granada. Con la ansiada llegada de ... la Alta Velocidad, los granadinos esperaban que Andaluces se transformara para convertirse en el escaparate de una ciudad monumental, pero moderna e innovadora. La realidad es que nada fue como se esperaba. El edificio mantiene las líneas originales, las que dieron forma a las primitivas vías a finales del XIX, y apenas goza de una ampliación que no sirve para dar cobertura a los visitantes que pasan por las instalaciones y hacen cola en el pequeño pasillo que hace las veces de 'hall'.

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En el Ejecutivo son conscientes de las faltas y las necesidades que tiene Andaluces de convertirse en la puerta de entrada de los viajeros a la ciudad que cuenta con el monumento más visitado del país. Es lo que deja entrever la propuesta presentada el pasado viernes por el ministro de Transportes, Óscar Puente. Como parte del proyecto de integración del ferrocarril, el representante del Gobierno habló de una transformación completa de la estación para hacerla más verde e integrada con otros sistemas de transporte y con las importantes zonas que la circundan.

En el ministerio consideran que el edificio, que mueve casi 1,5 millones de euros al año, se ha quedado pequeño y presenta problemas de capacidad, especialmente a la hora de gestionar el embarque de los viajeros. Se trata de un asunto que se quiere revertir «cuanto antes».

Rrecración del espacio propuesto por Fomento en Rosaleda Ideal

Otro de los problemas que advierten tiene relación con la configuración de la propia estación, que cuenta al sur de la playa de vías con naves que han perdido su uso original. Al norte está el aparcamiento, que queda algo desdibujado en la actualidad, y al este el paso del metro, las oficinas de Adif y las cabeceras comerciales de los autobuses interurbanos, con los que se quiere mejorar la conectividad.

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Un simple paseo por el entorno basta para comprobar los problemas de conectividad. La playa de vías y la propia estación dificultan la comunicación entre Pajaritos, Camino de Ronda y los paseíllos universitarios. Tampoco favorece el paso el solar situado junto al campo de rugby de la UGR, que convierte en islas verdes los jardines de Fuentenueva y la calle a la que dan las facultades. Las posibilidades, como reconoce la propia propuesta del ministerio, son enormes.

Nuevo escaparate

La intervención avanzada por Puente pasa por la ampliación del edificio de viajeros, que aspira a ser el nuevo escaparate de Granada. Para ello, retoma ideas que ya estaban en los viejos planes de Moneo como la concepción del inmueble como una especie de mirador panorámico a la Alhambra y a Sierra Nevada. Para ello, la propuesta se articula en la creación de cubiertas ajardinadas y una nueva fachada que, al mismo tiempo, respete el edificio histórico e integre los espacios necesarios para el incremento de la demanda de viajeros.

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Además, para mejorar la conectividad tanto con los sistemas de transporte como con la Universidad y Pajaritos, se propone trasladar la dársena de autobuses al costado sur de la estación, en la zona que contacta con el campus. Esto iría en paralelo con un aumento de las zonas verdes, que nacerían de la reordenación de la zona que comunica con Camino de Ronda y Halcón, en este último caso aprovechando el menor nivel de cota que tiene el aparcamiento con respecto a la calle.

Finalmente, la idea busca conectar el campus y el jardín de Fuentenueva con un corredor verde que atravesaría el solar ubicado entre las pistas de rugby de la UGR y la propia estación. Este planteamiento facilitaría la comunicación a pie entre ambas zonas, además de acomodar el uso del tren o del metro a quienes vienen del Centro o de San Ildefonso, que ahora mismo suelen emplear más la parada de Caleta.

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La incógnita de los terrenos de la Universidad

Una de las incógnitas por resolver es la futura relación entre la propuesta del Ministerio de Transportes y los terrenos pertenecientes a la Universidad en el entorno de Andaluces. El planteamiento puesto sobre la mesa por Óscar Puente hace casi una semana incluye detalles que afectan directamente a la articulación del campus.

El traslado de las paradas de autobús al costado sur de la estación afecta a una zona que colinda con el pabellón y las pistas deportivas de la UGR. Con el paso del metro por el lado este de Andaluces, queda por ver cuál será el camino de entrada de los vehículos a los nuevos andenes previstos. Por otra parte, se trata de un espacio que actualmente ocupan naves residuales de ADIF. Parte de las instalaciones, según las fuentes consultadas, están siendo empleadas en la actualidad por la UGR, lo que supondría un cambio también a tener en cuenta.

Por otra parte, el proyecto plantea también un gran parque y el traslado de parte de las oficinas que hay actualmente en el interior de la estación a la trasera de Andaluces, justo al otro lado de las vías del metro. Es uno de los solares que han concentrado mayor atención en las últimas décadas. La última vez fue con el proyecto para el desarrollo de un intercambiador de autobuses metropolitanos. El domingo pasado, el vicerrector de Planificación y Estrategia de la UGR, Salvador del Barrio, aseguró que la propuesta «es un punto de partida para desbloquear la situación», aunque no fue más allá a la espera de conocer más detalles.

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