37 especialistas para aterrizar la Agencia de Salud Pública en Granada

«Durante horas no pusimos lengua en el paladar», describe coloquialmente Manuel Francisco Trabado, representante del Colegio Oficial de Enfermería de Granada y del Consejo Andaluz de Enfermería, aquel primer encuentro. Él, como el resto de participantes, aportó sus amplios conocimientos en su campo de trabajo para sentar las bases de la candidatura granadina. No faltó detalle alguno. «Me sorprendió gratamente que estábamos convocados todos y ninguno faltó. Todos aportamos y eso, en mi opinión, demuestra el compromiso y la unidad que concita el proyecto», destaca Trabado.

Aquella primera cita sirvió para conformar la estructura que diseñará la candidatura de Granada. Cuatro grupos de trabajo que abarcarán los principales ejes del proyecto: el potencial sanitario, en salud pública, en investigación e innovación y el de la propia ciudad en sí. «Cada institución, cada representante hemos escogido aquel equipo en el que podemos aportar más», explica Esther Espínola, del Colegio de Farmacéuticos de Granada. Ella, que representa también a la Sociedad Andaluza de Farmacéuticos de Atención Primaria, está en el grupo de potencial sanitario junto a figuras como Jorge Fernández Parra, del Colegio de Médicos; Pilar García, de la Asociación del Dolor; Francisca Quintana, de la Sociedad de Medicina Física, o el propio Trabado.

Según detalla la Consejería de Salud, el objetivo principal de estos equipos es «identificar» las potencialidades para «contribuir a la elaboración del documento técnico de la candidatura». Esa misión se complementa con una premisa que pasa por la reflexión «conjunta» de las «fortalezas y oportunidades» tanto de Granada como Andalucía respecto a la agencia, la identificación de contenidos clave y de agentes importantes que proporcionen «información de valor al proceso».

La metodología es sencilla. Los grupos deben identificar aspectos diferenciales con los que cuenta ya la capital y proyectos en marcha y factibles que puedan servir de imán para la agencia. En total, se aspira a encontrar cinco de cada uno de estos elementos que después deben ser puestos en común. Toda esta labor se realiza, como explican desde Salud, desde la «puesta en común» de ideas y una búsqueda «en consenso».

Todo este guión se planteó a los participantes el 15 de febrero, en una segunda sesión. Tras esta cita, entre los días 19 y 22 del mismo mes, se sucedieron reuniones de cada uno de los grupos. El 4 de marzo, las coordinaciones de cada grupo se reunió con la dirección de la EASP para poner en común los resultados. El pasado 8 de marzo, como confirma la Junta, concluyó la fecha límite para que los participantes aportaran nuevas dimensiones y agentes claves. Ahora, toda la información recabada se peinará a la espera de que se propongan nuevas actividades y se convoquen nuevas reuniones.

Aunque todo acaba de comenzar, como reconocen todos los participantes consultados, las primeras reuniones ya han servido para señalar fortalezas. La más importante, la EASP. « No se nos puede olvidar que cuenta con décadas de experiencia y tiene un prestigio a nivel internacional con el que no cuentan otros organismos de España. Es algo verdaderamente único. Colabora con países de toda Hispanoamérica, anglosajones, con organizaciones como la OMS... El peso, para mí, es fundamental», señala Espínola.

La UGR es otro de los puntales. «Es un referente. Por un lado, cuenta con ciclos de posgrado de Salud Pública, pero también todos los grados específicos: Economía, Farmacia, Nutrición, Enfermería, Medicina... Por otra parte, tiene una gran vinculación a la EADS, con la que comparte el máster europeo y otros títulos propios. Pero además, es un referente mundial en IA, una tecnología que se aplica a la salud pública. Aquí hay ya expertos trabajando en análisis de datos en este ámbito, algo que marcará el futuro», asegura José Jiménez Moleón, de la Universidad de Granada y miembro de dos grupos de trabajo.

Trabado apunta a los hospitales y a Viraya, el sistema de información de Andalucía, pero también a la propia naturaleza de la ciudad, «que es atractiva para los trabajadores que vengan asociados con la agencia, que tiene todo tipos de ecosistemas en las cercanías -sierra, playa, áridos- con lo que eso supone para estudiar potenciales problemas de salud pública y que tiene una experiencia como filtro de enfermedades asociadas al desplazamiento de personas migrantes que hay que valorar y que distingue a Granada de otros lugares».

El trabajo continuará en los próximos meses con la vista puesta en la elaboración de toda la documentación a la espera de que el Ejecutivo defina si el ente entra en el proceso de desconcentración de sedes iniciado en la legislatura anterior.

Mientras tanto, los participantes destacan el espíritu colaborativo y la ilusión con la que se están sentado las bases de la candidatura. «Están siendo reuniones de trabajo muy importantes porque aprendemos mucho de otros. Es un foro de profesionales en el que la premisa es compartir para lograr el objetivo de la candidatura. Es muy interesante por lo que puedes ver de primera mano del resto de compañeros», explica Espínola.

«Percibo un espíritu colaborativo y un deseo de que el proyecto, que es común, se traslade fuera. Es algo que hace falta porque es un proyecto de ciudad», apunta Jiménez Moleón. Trabado, por su parte, remarca que «no ha habido roces, solo trabajo y gente remando en la misma dirección. Hay muchas ganas y vamos a seguir en esa línea». Ellos representan el espíritu con el Granada quiere poner la nueva agencia estatal a los pies de la Alhambra.