La Escuela de Salud Pública perderá los programas de la OMS si se diluye en otro ente
La Junta asegura que está «manteniendo contactos» para que el nuevo organismo, el Instituto Andaluz de Salud, mantenga la misma designación
La Junta de Andalucía aprobó el pasado mes de octubre el proyecto de ley para la creación del Instituto de Salud de Andalucía (ISA), que ... supondrá la fusión de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y la Fundación Progreso y Salud. El portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, insistía entonces en que el cambio «no va costar ni un euro a los andaluces». Sin embargo, fuentes cercanas a la escuela hablan de un coste mayor, el de la pérdida de prestigiosos programas que habría que volver a solicitar desde cero.
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En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha avisado formalmente a la escuela de que el nuevo organismo ya no sería centro colaborador, puesto que al producirse el traspaso «los acuerdos no son transferibles». Lo ha recordado a través de un email, donde el interlocutor apunta que mantienen un «acuerdo bilateral» con una entidad jurídica, la escuela. Si esta se diluye, «automáticamente finaliza su designación» como centro colaborador.
La Escuela Andaluza de Salud Pública comenzó a colaborar con la OMS en 2015, cuando recibió la bandera que acreditaba el comienzo del acuerdo, que se centra en la atención primaria. Desde entonces, se ha traducido en proyectos internacionales, participación en las reuniones donde se plantean las líneas de trabajo, o la difusión de conocimiento a través de conferencias por diferentes países. También ofrecen a la escuela recomendaciones y apoyo.
Reasignación
IDEAL ha contactado con la Junta de Andalucía, que asegura que «en ningún momento se va a interrumpir» el plan de colaboración con la OMS, ya que está «manteniendo contactos» con representantes «para preparar la reasignación del centro colaborador de la EASP al instituto». De hecho, afirma que la OMS «tiene el compromiso de agilizar los trámites burocráticos» para la reasignación, «en virtud de la trayectoria de trabajo de la EASP con la institución». Además, recuerda que la escuela mantiene esa designación hasta octubre de 2025, mientras que el nuevo organismo no tendrá listos los trámites necesarios antes de ese mismo año.
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«Un mazazo»
Consultado por esta cuestión, Joan Carles March, profesor de la escuela y exdirector de la misma, señala que al otorgar la designación la OMS ya advirtió de que «no podía traspasarse». «Lo dejan claro para que no haya confusiones», insiste. Así, dejar de ser centro colaborador sería «un mazazo para la escuela y la Junta», puesto que es el único organismo andaluz con ese mérito. «La EASP es la institución de la Junta con mayor prestigio internacional, sitúa a Andalucía en el mundo», manifiesta.
Hay una fórmula, detalla, para solucionarlo: que la escuela se mantenga como centro adscrito al nuevo instituto, en lugar de diluirse dentro de él. «Ni desaparecería ni se fusionaría, así que mantendría la entidad jurídica», añade. De lo contrario, el nuevo Instituto de Salud de Andalucía debería solicitar las colaboraciones perdidas. La más complicada de conseguir, insiste March, es la de la OMS. «Es un proceso lento y la aprobación depende de muchas personas. De todos los vínculos internacionales, este es el más difícil de lograr y el que más prestigio da», apostilla.
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Al hilo de la línea de trabajo mantenida con la OMS, el experto recuerda que la atención primaria atraviesa «una situación difícil», por lo que en lugar de perder apoyo, debería recibir más. «Somos punta de lanza en primaria y no podemos perder eso, la escuela siempre ha tenido tradición en esta área», concluye March.
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