Un equipo salvavidas todoterreno: «Estamos preparados para todo»

Los hechos sucedieron sobre las 12.30 horas de este martes. El aviso lo dio una de las dependientas de una tienda de alimentación de Alcampo: un hombre se había desmayado, estaba sufriendo un infarto. Fátima, una de las trabajadoras de seguridad del supermercado, fue la primera del equipo en conocer qué estaba sucediendo. No dudó. Gracias a su experiencia de 17 años en este ámbito y su formación en primeros auxilios y enfermería, fue capaz de reaccionar en tiempo récord.

Fátima puso al hombre afectado en posición lateral de seguridad y le abrió las vías aéreas. Fran no tardó en acudir al lugar para echarle una mano; se enteró de lo que estaba sucediendo gracias a los 'walkie-talkies' que utiliza el equipo para comunicarse. «Vimos que respiraba y que estaba consciente. Entonces un enfermero que estaba comprando se paró y nos preguntó qué pasaba», explica Víctor Gómez, responsable del departamento de seguridad de Alcampo y también presente en el lugar.

Fueron varias las personas que llamaron al 112 para alertar del suceso. Mientras esperaban a que llegara la ambulancia, se percataron de que el hombre perdía el pulso y se empezaba a poner morado. «Inmediatamente le hicimos la reanimación cardiopulmonar, fui hasta Información, cogí el desfibrilador y lo pusimos en funcionamiento», relata el responsable del equipo. El enfermero, por su parte, le practicó un masaje cardíaco. En total, fueron entre 10 y 15 minutos el tiempo que pasó hasta que consiguieron estabilizarlo.

Las maniobras de RCP (reanimación cardiopulmonar) fueron esenciales para mantener al varón con vida hasta la llegada de los sanitarios, que tardaron una media hora en acudir al lugar. En este sentido, Fátima asegura que en el centro comercial están «muy preparados» para situaciones de este tipo, lo que hizo que fueran capaces de afrontar el incidente «sin perder la calma».

Víctor Gómez lo corrobora. El responsable de seguridad afirma que pasaron un poco de nervios, pero que la formación en primeros auxilios que reciben cada año por parte de la empresa hace que estén «preparados para todo» y sean capaces de «estar tranquilos» si alguien sufre algún percance y necesita de su ayuda.

Además, no es la primera vez que ocurre algo similar. En enero se produjo otro caso en el que una mujer de avanzada edad necesitó un masaje cardíaco y fue un trabajador de seguridad de Alcampo el que se lo hizo; también sobrevivió. «Este es un sitio de máxima afluencia, vienen miles de clientes al día, por lo que tenemos que estar capacitados para hacer frente a estas cosas».