Pedro Pablo medina (en el centro) y su equipo, en su laboratorio. Genyo

Un equipo de Granada descubre una terapia prometedora contra el cáncer de pulmón

Investigadores de Genyo logran desactivar en cultivos celulares y en ratones la mutación del gen KRAS, causante de un tercio de los tumores pulmonares más agresivos

Inés Gallastegui

Granada

Jueves, 9 de octubre 2025, 23:32

Un equipo de investigadores del Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica (Genyo) acaba de resolver un problema que ... traía de cabeza a los oncólogos desde hacía medio siglo: desactivar en el ADNtumoral las mutaciones más frecuentes del gen KRAS, responsables del 95% de los cánceres de páncreas, el 40% de los de colon y el 30% de los de pulmón. Pedro Pablo Medina Vico, catedrático de la Universidad de Granada (UGR)que lidera el grupo, matiza que aún queda por delante mucho trabajo para lograr llevar este experimento tan prometedor a los pacientes y confía en que su publicación en 'Nature Communications' anime a otros científicos del mundo a proseguir el camino emprendido en Granada.

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El gen KRAS actúa como un interruptor molecular que indica a las células cuándo crecer y dividirse. Cuando sufre mutaciones, ese interruptor queda atascado en la posición 'on' y provoca una proliferación descontrolada de las células tumorales, lo que da lugar a cánceres agresivos de rápido crecimiento.

Los datos

  • 30.000 diagnósticos al año Cada año se diagnostican más de 30.000 nuevos casos de cáncer de pulmón en España. La supervivencia a cinco años apenas supera el 20%.

  • Una esperanza frustrada En 2021 la FDA aprobó el fármaco sotosarib, inhibidor de la mutación KRASG12C, pero no es la solución definitiva: muchos pacientes no responden al tratamiento y otros desarrollan resistencias que merman su eficacia

  • Un largo camino El hallazgo de los científicos de Genyo es prometedor, pero aún falta tiempo para que pueda ayudar a los pacientes afectados. Es necesario producir grandes cantidades de las herramientas que inactivan el gen KRASy hacer que lleguen directamente al tumor.

Dada su incidencia en algunos de los cánceres más letales –como los de pulmón y páncreas–, los oncólogos llevaban décadas buscando la forma de desactivar esas mutaciones. En 2021 se abrió una puerta a la esperanza con la aprobación del fármaco sotosarib, que bloquea las proteínas fabricadas por las células cancerosas. Sin embargo, con el tiempo se comprobó que algunos pacientes no respondían al tratamiento y el sistema inmunológico de otros creaba resistencias que inutilizaban esa estrategia al cabo de pocos meses.

Colaboración

El grupo de investigación de Genyo liderado por Pedro Medina está formado por biólogos moleculares, oncólogos, químicos y farmacéuticos y llevaba ocho años buscando una herramienta de edición génica capaz de desactivar las mutaciones de KRAS más frecuentes y peligrosas, G12C y G12D, en un experimento en el que también participan investigadores de la UGR, la Universidad Politécnica de Valencia, el CNIO y los hospitales Doce de Octubre de Madrid y General de Valencia.

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Su terapia experimental consiste en suministrar elementos capaces de detectar al ADN mutado que produce KRAS tumoral y eliminarlo, impidiendo la proliferación descontrolada de las células tumorales sin dañar los genes sanos. «El reto era atacar únicamente los genes tumorales y dejar intactos los funcionales», señala Medina.

«Aún hay que resolver cómo administrar de manera eficiente estas herramientas y garantizar su seguridad a largo plazo»

Pedro Pablo Medina

Investigador de Genyo

La herramienta, denominada HiFi-Cas 9, forma parte del grupo de tecnologías CRISPR, acrónimo de Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Espaciadas Regularmente, que funciona como unas 'tijeras moleculares' para cortar el material genético en sitios específicos.

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La herramienta funcionó en cultivos de células procedentes de pacientes con cáncer de pulmón, el que mejor conocen gracias a sus investigaciones previas. Primero, en cultivos bidimensionales, sobre placas, y después tridimensionales, en un medio gel.

También tuvo éxito en «organoides», una especie de minitumores cultivados en laboratorio con células de pulmones enfermos, muy parecidos al cáncer real. Y aún un paso más: lo administraron a ratones de laboratorio a los que se habían injertado tumores humanos, un modelo aún más realista, con una eficacia superior a la de sotosarib, incluso en tumores resistentes al fármaco. «Lo que demostramos es que podemos apagar, de manera precisa y programable, la malignidad de genes clave que alimentan a los tumores», resume el investigador.

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Cautela y desafíos

Pese a estos prometedores resultados, los investigadores son conscientes de las limitaciones de su trabajo y no quieren alimentar falsas esperanzas en los pacientes oncológicos: se trata de una «prueba de concepto», necesaria para realizar la medicina de precisión del futuro. «Aún hay que resolver cómo administrar de manera eficiente estas herramientas y garantizar su seguridad a largo plazo», señala el biólogo.

El desafío ahora es que una investigación médica desarrolle estos resultados preliminares; básicamente, se trata de encontrar una forma eficiente y específica de llevar esta terapia hasta el tumor que se pretende combatir. Se trataría, explica el investigador principal, de una fase distinta, la de desarrollar ensayos clínicos en pacientes.

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En cualquier caso, se trata de una estrategia esperanzadora en el campo de las terapias génicas frente al cáncer, no solo el de pulmón. Estas terapias «ya se aplican en el tratamiento de enfermedades genéticas, y existen tratamientos basados en CRISPR-Cas9 aprobados para algunas anemias, aunque hasta ahora no en cáncer», recuerda Medina.

La investigación contó con financiación de la Asociación Española Contra el Cáncer, el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Junta de Andalucía.

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