Toma de posesión en la Comandancia de la Guardia Civil

«Encaro este reto con una profunda ilusión, ser coronel jefe es un anhelo recurrente»

La sede de la Benemérita ha acogido la toma de posesión de Francisco Javier Arteaga, que desde hace unas semanas ya asumió a todos los efectos el papel de coronel jefe. Solo quedaba el broche final, el acto en el que ha jurado el cargo y ha dedicado unas sentidas palabras a las decenas de personas que han acudido a escucharlo. El acto estaba previsto a las 13.00 horas. Ha dado comienzo con una puntualidad británica; pasados cuatro minutos ya estaba jurando el cargo. Al quinto minuto ha comenzado su discurso en un tono sencillo y cercano: «Bienvenidos a su casa, la Comandancia, es un honor contar con ustedes. Es una ocasión para fortalecer vínculos, gracias de corazón por acompañarme». La gratitud ha estado presente en cada párrafo que ha pronunciado.

Para comenzar, se ha dirigido a todos aquellos que respaldaron su candidatura y ha hecho toda una declaración de intenciones: «Encaro este reto con profunda ilusión, porque es un anhelo recurrente ser coronel jefe. Es un placer ver colmado ese anhelo, la Guardia Civil lo ha sido todo para mí. Nací y crecí en cuarteles del Cuerpo, más que condenado a serlo, estaba bendecido por el estigma de ser hijo del Cuerpo», ha asegurado contundente.

Arteaga ha dicho haber sido «afortunado en la vida» por haber podido desempeñar su labor en la ciudad nazarí durante más de doce años, generándole «un sentimiento de pertenencia y arraigo a una tierra que cautiva al forastero». Llegados a este punto, ha mencionado ese mítico 'Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada'. Porque más allá de que esta tierra sea «un rincón privilegiado», lo que marca la diferencia es «la calidez humana de su gente». «Aquí se combina tradición y modernidad, fiestas como el Corpus o las cruces con los avances científicos de la UGR. Esa dualidad la hace especial, mira al futuro sin olivar el pasado», ha apostillado.

Ha mencionado el «complejo entramado social y cultural» de la ciudad, «un reto en sí mismo» que asume «con humildad y determinación». «Es más que un logro personal», insiste. El otro reto mayúsculo es, como no, gestionar a todo aquel que forma parte de esta institución. A ellos se ha dirigido especialmente. «Vuestro trabajo no es nada fácil, presenciáis circunstancias dramáticas. Sé que puedo contar con todos y cada uno de vosotros para asistir a los granadinos con responsabilidad. No hay día que no seamos útiles, espero que os sintáis apoyados en vuestros servicios y contéis con las herramientas necesarias», ha apuntado.

Su compromiso es no defraudarlos. Su estilo de mando, después de tantos años, ya lo conocen. «Me baso en tres pilares. Cercanía, porque mi puerta siempre está abierta para escucharos. Confianza, porque confío en vuestra profesionalidad y os pido lo mismo, mis decisiones irán orientadas al bien común. Y, en tercer lugar, respeto, lo más arraigado», ha manifestado. La palabra «compañeros» se queda pequeña para definirlos. Son más bien «una familia». «La Comandancia es un referente en humanidad, más allá del uniforme está el corazón que le ponemos a todo lo que hacemos», ha aclarado.

Con un sentido recuerdo a sus predecesores y a aquellos más veteranos -muchos de los cuales han acudido a arroparle- ha pasado a mencionar a su padre y su tío, sus referentes. Dos «pioneros», ha indicado, que abrieron un camino que ahora él recorre. «Sois el ejemplo que me inspira a diario», ha comentado emocionado.

Francisco Javier Arteaga ha realizado una pausa en las dedicatorias personales para dirigirse al poder judicial y el Ministerio Fiscal, una «prioridad» para él. «Confiad en la profesionalidad de la Guardia Civil, porque trabajaremos con lealtad», ha insistido. Se ha comprometido asimismo a «fortalecer» la colaboración con Policía Nacional, Local, Vigilancia Aduanera o Fuerzas Armadas. El fin último es reducir una tasa de criminalidad que de por sí «está contenida».

Igualmente, valorarán sus actuaciones y estrategias de cara a «proteger» a los colectivos más vulnerables, como los menores de edad, los discapacitados o las víctimas de violencia de género, sobre las que ha puesto el foco. «Seguiremos implementando efectivos y formación para darles confianza y una respuesta adecuada», ha recalcado.

Sus últimas palabras, como no, fueron dedicadas a su familia. A su mujer le agradeció la «paciencia y comprensión», así como haber entendido sus «ausencias y sacrificios». A sus hijas, su «luz y orgullo», les agradeció haberle puesto tan fácil la tarea de ser padre. Por último, ha mencionado a sus padres y su hermana. Para acabar, ha pronunciado esa frase de Séneca con la que ha animado a todos los que dependen de él a ser la mejor versión de sí mismos.

El acto continuó con el discurso del teniente general director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, Manuel Llamas Fernández, que ha felicitado al «nuevo y extraordinario jefe», quien conoce la Comandancia «mejor que nadie». «Eres la persona idónea», le ha señalado. Para terminar, se ha realizado un homenaje a los agentes fallecidos en acto de servicio y ha sonado el himno de la Guardia Civil. Francisco Javier Arteaga ha cantado con más emoción que nunca. No todos los días se ocupa un cargo de tanta relevancia en la institución que te ha visto nacer.