La Tuna de Derecho de la Universidad de Granada celebra con orgullo los cincuenta años
El acto celebrado en el Carmen de los Mártires contó con la presencia de distintas autoridades
No todos los días se alcanza una cifra así de un grupo que, como dijo José Antonio Caparrós, «Romano» -no me pidan datos del porqué ... de los apodos-, comparte «una forma de sentir la amistad, el amor a la música y las tradiciones», unos «alquimistas de la vida» que sienten el romanticismo y a los que, claro, les gusta la diversión.
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Todo ello quedó evidenciado en la celebración de los cincuenta años de la Tuna de Derecho de Granada, una «nueva fundación», como la definió su cronista oficial, Juan Salvador López, «Gaviota», que hizo un «relato apasionante» de la historia general y la particular del colectivo al que pertenece. Y contó las anécdotas de cómo llegó a entrar en él. Todo comenzó con una frase del profesor Fermín Camacho: «La Universidad no está en estas cuatro paredes, está fuera». El resto -que contó sonriente- lo dejo a su imaginación.
Como conductor del acto, Luis Mariano Guirado, «Tropezones», que comenzó con la bonita historia de una madre con un niño recién nacido que escuchó «una música peculiar» que los llevó hasta la Facultad de Derecho, donde sonaba su tuna. Era el año 1975, el niño era él y su madre, Encarnación.
Hubo más momentos emotivos, como las palabras de José Luis López Fuentes, presidente de la Audiencia Provincial, que llegó a ser jefe de los tunos «uno de los cargos más importantes que he tenido» -ya apuntaba maneras-, y que hizo un precioso alegato de quienes estaban y de los que no pudieron disfrutar de esta efeméride, siempre con la certeza de «llevar dentro la chispa de la alegría».
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No fueron miembros del colectivo, pero tienen grandes lazos con él, tanto el decano del Colegio de Abogados, Leandro Cabrera, rodeado de muchas caras conocidas - «algunos tenemos amistad preconstitucional», bromeó-, como Miguel Olmedo, que fue también decano, en este caso de la Facultad de Derecho durante ocho años y del que guardan un gran recuerdo.
El acto celebrado en el Carmen de los Mártires contó con la presencia de la concejala del Ayuntamiento, Ana Belén Sánchez, y de la responsable de Palacios, Conchi Muñoz, que también felicitó a los asistentes, entre los que se intercambiaban saludos, recuerdos y anécdotas. Otras tunas del Distrito, como Medicina o Ciencias, no faltaron a la cita de convivencia.
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Sonaron muchos nombres y algunos con especial atención porque fueron merecedores de un reconocimiento. Es el caso de Pepín, que no solo es uno de los fundadores, sino que todavía no se ha quitado la capa. También se brindó un regalo a «Apostilla», así, tal cual, que fue el mejor nexo para conseguir todo lo que ha significado y significa el grupo. Y, finalmente, aunque no pudo estar presente, no se quisieron olvidar de Fraga.
Hubo un precioso detalle cuando José Luis Marín, «Rompetechos» -periodista, por cierto-, entregó el original de los estatutos de la Tuna de Derecho de Granada, que guardaba «El Violas» hasta su fallecimiento, en la vecina localidad de Jaén.
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Así que no faltó de nada, ni siquiera el Gaudeamus Igitur, una merienda de convivencia y -a eso ya no llegué- seguro que buena música. Por cierto, también los pueden escuchar a las siete de la tarde, hoy sábado, en la plaza de las Pasiegas, porque van a actuar. Que lo disfruten.
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