Los empresarios piden más medidas: «No es un problema de los transportistas sino transversal»

Cuerva apunta que el problema está en este momento en el sector del transporte, «pero es algo transversal que tendremos que trabajar en todos los sectores porque la situación es muy complicada». El líder de los pequeños y medianos empresarios señala que «el problema no viene de la situación sobrevenida de la guerra en Ucrania. La empresa española, la pequeña y mediana, viene sufriendo los dos últimos años una situación límite. Sobreendeudamiento, alta morosidad, no encontramos gente para trabajar, desacoplamiento claro entre las políticas de empleo y las sociales«. Cuerva insiste en que »fiscalmente se nos olvida la subida de impuesto en 2021. Los precios en la cadena de materiales y en el sector energético ha hecho que nos desfondemos«.

El presidente de CEPYME insiste en que «la empresa ya no puede más» e insta al Ejecutivo a tomar medidas «de manera urgente». La pequeña y mediana empresa está encajando la guerra «mal» porque «en muchos casos la cadena de suministros se ha roto. A nivel energético, está a precios totalmente desorbitados fuera del alcance de los pequeños negocios», apunta Cuerva, que añade que esta sitación no solo afecta a aquellas empresas cuya actividad depende de la electricidad, del gas o del combustible, «sino a cualquiera».

Cuerva señala que no está «de acuerdo con el Gobierno en que la solución es la intrevención de los dividendos de las empresas. Hay que incidir en cómo se establecen los precios, el mecanismo para ello, para mantener los precios de los mercados, no solo en España, sino en Europa». Desde su punto de vista, una opción que «no es de buen agrado por parte del Gobierno» es la bajada de impuestos, «y nosotros decimos que sí. Se incrementará la actividad y podrá relajar la empresa», sentencia.

Cuerva ha mandado también un mensaje a los transportitas. Insiste en que apoya sus reivindicaciones porque «por encima de todo está el derecho al paro o a la huelga», pero también pide respeto al «derecho a trabajar», porque «no podemos coaccionar a aquellos profesionales que realmente pueden y necesitan trabajar».