Alumnas del IES Hermenegildo Lanz utilizando sus móviles. MJAT

Móviles en adolescentes

El 'efecto rebote' de la prohibición de los móviles en las aulas

Los jóvenes utilizan más sus dispositivos en horario escolar y la normativa ha hecho que haya más conflictos entre alumnos y profesores

MJ Arrebola

Sábado, 15 de junio 2024

En diciembre del pasado año, la Junta de Andalucía anunciaba una nueva medida para los centros educativos de la comunidad, la prohibición del uso de ... teléfonos móviles en las aulas. Cuando a penas quedan un par de semanas para terminar el curso escolar esta cuestión sigue despertando controversia en los pasillos de colegios e institutos. Alumnos y profesores piensan que es una buena opción, pero que no se está cumpliendo del todo.

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Esta prohibición genera opiniones divididas entre los estudiantes. Algunos ven ventajas en la medida porque fomenta la atención, aunque reconocen inconvenientes como la dificultad para comunicarse con sus familias.

Otros estudiantes critican la medida argumentando que induce a usar el móvil a escondidas y aumenta los conflictos y las ausencias. Mercedes Castillo, estudiante del IES Hermenegildo Lanz piensa que esta medida no está del todo bien puesto que lo único que ha hecho es que los jóvenes utilicen el móvil a escondidas. «Ahora hay más conflictos con los profesores por este motivo porque no lo usamos con total libertad», señala la chica.

Por su parte, Kamar Benkirane de 16 años destaca que ahora siente la necesidad de mirarlo con más frecuencia. « Desde que me tienen prohibido usarlo en clase, falto más», admite.

Algunos también señalan que el móvil distrae y afecta la dinámica de clase. Aunque se reconoce que los dispositivos pueden ser útiles para el aprendizaje, el mal uso persiste y hay sanciones. También se apoya la prohibición porque mejora la participación en clase, aunque muchos siguen usando el móvil a escondidas. La medida es considerada buena por algunos ya que promueve mayor atención a los profesores.

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En el IES Santo Tomás de Villanueva también notan la presión que supone esta nueva medida, María Moleón alumna de 2º de Bachillerato explica que la medida está «bastante bien» porque los alumnos normalmente se distraen con las pantallas. «Con el uso de los teléfonos las clases se hacen menos dinámicas ya que los alumnos participan menos porque están centrados en eso», enfatiza María.

Por su parte, Rafa Osuna de este mismo instituto comenta que ve una falta de respeto por parte de los alumnos hacia los profesores utilizar el teléfono mientras imparten clase. «Los dispositivos electrónicos son útiles si se utilizan con una buena finalidad, en nuestro instituto tenemos Ipad para trabajar», explica. También menciona que al tener los Ipad en las aulas, hay mucha gente que pone el móvil delante y lo utiliza igualmente.

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En términos generales, los jóvenes coinciden en que a pesar de ser una buena medida, no está siendo del todo efectiva puesto que los alumnos lo utilizan igual o incluso más desde su prohibición.

La otra cara de la moneda

Los profesores ven muchos problemas con el uso de los móviles. Los niños por regla general no hacen un buen uso de estos dispositivos y los utilizan para «chatear en redes sociales»o jugar. Aunque ha surgido esta nueva norma que los ampara, no es del todo suficiente.

Mercedes Guerrero, directora del Colegio Caja Granada se muestra muy tajante ante este tema, «los niños no tienen que tener teléfono móvil». Cuenta que los niños se duermen en clase porque pasan horas por la noche encerrados en su cuarto utilizándolos, «los propios niños nos lo dicen», destaca Guerrero.

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Por su parte, Isabel Revueltas, directora del IES Generalife, comenta que en su instituto ya estába implementada esta medida desde hace mucho tiempo, «el uso del teléfono móvil ha estado siempre prohibído en nuestras aulas», destaca.

La dirección del instituto requisa el teléfono móvil tanto si se excibe como si se utiliza. La directora recomienda no llevar el teléfono a clase ya que en el centro disponen de dispositivos para que los alumnos se puedan poner en contacto con sus familiares en caso de emergencia. Aún así, en el caso en el que sea inevitable llevarlo, el teléfono tiene que permanecer apagado y dentro de la mochila.

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Ahora con esta medida los docentes se sienten más respaldados en este sentido.

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