Navidad en Granada
El día de los churros con chocolateCon la mitad de los bares y cafeterías de la ciudad de descanso y los museos cerrados, las colas se formaron ayer lunes ante las churrerías y los belenes
No hay mejor manera de digerir el atracón de la Nochebuena que… calzándose unos churros con chocolate bien mañaneros, bien calentitos y bien ricos. Que ... no se diga, oiga. Con la mitad de los bares y cafeterías de Granada cerrados por aquello de las fiestas, los turistas y los no turistas, que de todo hay en la viña del Señor recién nacido, buscaron este lunes el consuelo de las churrerías en un día de Navidad en que Granada, con una confortable temperatura de veinte graditos al sol –a la sombra ya era otro cantar–, estaba especialmente apetecible para dar un paseo, e incluso dos, y quemar unas cuantas calorías.
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En establecimientos tan señeros como el Alhambra, en la plaza Bib Rambla, los días 25 de diciembre son intensos. Según comentó Paco González, uno de los dueños, en jornadas como esta trabajan cerca de cuarenta empleados entre los dos locales que tienen abiertos, el de toda la vida, y el de 'take away', situado a pocos metros del de toda la vida. La 'manzana del churro'. «Desde las ocho de la mañana que abrimos hasta las doce de la noche que cerramos –señaló– podemos atender unos 1600 servicios, lo que supone más de 5000 clientes». «En el 55% de los casos vienen buscando eso, unos churritos como Dios manda y un chocolate bien hecho».
¿La clave del éxito? «La gente nos conoce de toda la vida –dijo Paco– y lo más importante, salen satisfechos porque nuestro producto siempre es de primera, además de emplear aceite de oliva virgen extra para la fritura y de que utilicemos siempre leche fresca del día». Las máquinas chocolateras, con una capacidad de sesenta litros, no pararon de funcionar. Tampoco la cocina, donde los buenos Abdul y María despachaban ruedas y ruedas de tejeringos –de cada una de ellas salen más de veinte raciones bien servidas–.
Carruseles
Mientras tanto, fuera de la terraza, la Plaza Bib Rambla se iba poblando poco a poco de familias con críos. A las 12.15 horas, los carruseles ecológicos ya estaban girando con chiquillos embutidos en anoraks y gorritos calados hasta las cejas.
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Tampoco hubo demasiado meneo. Los visitantes irán llegando poco a poco en los próximos días, cuando los niveles de ocupación suban, según los cálculos de la Federación de Turismo y Hostelería, hasta el 85% en Granada, una ciudad especialmente atractiva en estas fechas navideñas. Hay unos cuantos pretextos:la Alhambra, Sierra Nevada y una agenda cultural y de ocio más que interesante. En las inmediaciones de los hoteles, sí se observó este lunes acarreo de maletas. De aquí hasta Reyes se vivirá un ambientazo en las calles del centro, profusamente iluminadas.
Desde hoy se espera que la ocupación en hoteles y restaurantes suba hasta el 85% en la ciudad
Colas en las churrerías y colas también para visitar los múltiples belenes que se distribuyen por toda la capital. Con los museos cerrados por descanso del personal, recorrer los nacimientos siempre es una apuesta segura. Es el caso, por ejemplo, del Belén de la Borriquita, uno de los que registra mayor afluencia por su posición estratégica en la plaza Bib Rambla.
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«No sabemos cuánta gente puede entrar en un día hoy, pero miles seguro», estimaba María Jesús, una de las responsables. «Todo el mundo se marcha muy satisfecho por la homogeneidad y el valor de las piezas y las construcciones, y porque reproducimos edificios muy reconocibles como la iglesia de Santa Ana», refirió. También son muchos los que se detienen para llevarse algún recuerdo. «Lo que tiene más salida es la Lotería, con terminaciones en 7 y 4 para el sorteo extraordinario del Niño, y las pulseritas con el emblema de la Hermandad».
Calles tan transitadas como la Carrera del Darro no estaban especialmente atestadas ayer. Tampoco se veía ningún gentío en la calle Oficios –por no haber, no había ni artistas callejeros– o en la plaza de las Pasiegas, una de las paradas obligadas de los grupos turísticos. A partir de este martes el panorama será distinto, a buen seguro.
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La 'cosa' se fue animando conforme llegaba la hora del almuerzo. Muchos comensales en los establecimientos que sí optaron por abrir sus puertas, como el Óleum. «Estamos al cien por cien para la comida», señaló su gerente Gregorio García, que había preparado para la ocasión paletilla de cordero segureño a la lata, una de las especialidades de la casa.
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