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En esta casa de la calle Ángel Ganivet del municipio granadino ocurrió la violenta agresión. Alfredo Aguilar

Ingresa en prisión el hombre acusado de matar a su padre con un pico en Albolote

El Ayuntamiento del municipio decreta un día de luto oficial y suspende todas las actividades públicas durante la jornada de este jueves

Yenalia Huertas y José Ramón VIllalba

Jueves, 31 de marzo 2022, 00:05

El Juzgado de Instrucción número 8 de Granada, en funciones de guardia, ha acordado este jueves el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza ... del hombre detenido supuestamente por matar a su padre en Albolote. Está investigado por un delito de homicidio y el caso será instruido por el juzgado número 7.

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El juez ha acordado que el presunto autor del homicidio «sea internado en la Unidad de Salud Mental del centro penitenciario», ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla (TSJA).

Por otro lado, el Ayuntamiento de Albolote ha decretado un día de luto oficial y durante este jueves todas las banderas del municipio ondearán a media asta, mientras que las interiores lucirán un lazo de crespón negro. Además se han suspendido todas las actividades públicas programadas para la jornada, según ha informado a este diario Salustiano Ureña, alcalde del pueblo.

El detenido, de 46 años, atacó ayer mortalmente con un pico a su padre, de 72. Ocurrió por la mañana, sobre las 09.45 horas en el domicilio donde ambos residían, en la calle Menéndez Pidal, según informaron fuentes de la Guardia Civil. Después de la agresión, que se produjo tras una disputa, el presunto parricida sacó el cuerpo aún con vida de su padre a la vía, cerró la puerta y se marchó.

La Guardia Civil y la Policía Local detuvieron al atacante pocos minutos después de conocerse el suceso, cuando iba andando por las inmediaciones de la vivienda. Los servicios sanitarios trasladaron en estado muy grave al septuagenario al hospital de Neurotraumatología y Rehabilitación del Virgen de las Nieves, donde falleció sobre las 17.00 horas, según precisaron fuentes del SAS.

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La víctima ingresó con vida en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del referido centro hospitalario y se temía por su vida dada la gravedad de las heridas que presentaba en su cuerpo.

Las fuentes consultadas por este diario afirmaron que el supuesto parricida arrastra problemas por su toxicomanía y, según vecinos del pueblo, hace poco había fallecido su madre, una pérdida que habría agudizado sus problemas mentales.

Aunque habrá que esperar al resultado de la autopsia, parece ser que la víctima habría sufrido numerosos golpes en la cabeza con la referida herramienta. El domicilio que ambos compartían está al lado de la calle Menéndez Pidal del municipio, que se halla consternado por lo acontecido.

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«Un palo muy gordo»

En declaraciones realizadas este miércoles a IDEAL, el alcalde de Albolote, Salustiano Ureña, indicó que el fallecido era bastante conocido en el municipio y manifestó que la noticia ha sido un mazazo. «La verdad es que es un palo muy gordo», señaló el primer edil, que tildó de «hecho lamentable» lo ocurrido.

Ureña, que confirmó que la esposa de la víctima había perecido «hace pocos días», ha indicado que el fallecido estaba jubilado y que siempre había tenido una vinculación muy estrecha con la Iglesia, motivo por el que era conocido en el pueblo como 'el sacristán'.

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Aunque la investigación se halla aún muy en sus albores, el alcalde confirmó igualmente que, antes del violento ataque en el interior de la casa, hubo una discusión entre padre e hijo, así como que este último había venido «dando muchos problemas» en los últimos tiempos. «Ha sido bastante desagradable todo», apostilló.

No es la primera vez que Albolote es escenario de un suceso luctuoso de esta naturaleza. Hace años, según el primer edil, hubo otro parricidio.

Los hechos a los que aludió Ureña se remontan a la mañana del 26 de agosto de 2009. Un hombre de 47 años acudió al cortijo de sus padres, allí, en Albolote, junto a su hija y el novio de esta, para recoger unos materiales de construcción y con la intención de devolver unos regalos que las víctimas habían hecho a su nieta. Los mató con una azada y un hierro. Fue declarado culpable por un jurado y condenado a 24 años de prisión.

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