«Después de subir al Kilimanjaro iremos a hospitales y colegios de Tanzania a ayudar»

Cristina Sánchez es una emprendedora granadina que no tuvo miedo a los meses más duros del confinamiento por la pandemia de la covid-19 y montó una clínica de fisioterapia. Ella formará parte del grupo de 25 personas que pretende subir al techo de Tanzania el próximo mes de junio. Después ayudarán en hospitales, orfanatos y colegios.

«Una persona trasplantada ha sufrido un calvario importante por su enfermedad al igual que cualquier otro paciente crónico. Este proyecto trata de visualizar, con la subida al Kilimanjaro, que todo el mundo tiene una segunda oportunidad y la puede conquistar con ganas y esfuerzo. Después de subir al Kilimanjaro iremos a hospitales y colegios de Tanzania a ayudar», señala esta fisioterapeuta granadina.

Los enfermos llevarán un equipo de profesionales a su lado por si requieren en cualquier momento algún tipo de ayuda. No es un reto fácil para personas, que pese a que se han entrenado para conseguirlo, no hace mucho han estado imbuidos en problemas de salud muy serios que en ocasiones han puesto al borde del precipicio sus vidas.

El reto del proyecto Kilimanjaro no termina con el ascenso a la cumbre de Tanzania. Los profesionales de la medicina, del deporte y de la fisioterapia prestarán ayuda en hospitales, colegios y orfanatos del país tanzano. «Desde Granada llevaremos ayuda material que después dispensaremos en los centros a donde acudiremos a prestar apoyo. Por eso, animo a todas las empresas que puedan echarnos una mano a que nos faciliten material sanitario o escolar que llevaremos a este país de África», advierte esta fisioterapeuta granadina.

La subida al Kilimanjaro se extenderá por espacio de cinco días. «El reto no solo lo podremos hacer las 25 personas seleccionados, se abrirá una ventana virtual a través de la cual nos podrán seguir muchas personas y participar de este proyecto, aunque sea virtualmente», explica Cristina Sánchez.

El reto de esta experiencia «no solo es subir a la cima», sino «compartir una experiencia entre personas que no se conocen de nada», y ofrecer «ayuda solidaria a personas necesitadas de África».

Esta experiencia no es la primera vez que se pone en marcha. Detrás de la misma está el Poder del Chándal, una comunidad de profesionales de diferentes ámbitos (sector sanitario, deporte y entrenamiento, tecnológico) procedentes de tanto de asociaciones, fundaciones y universidades. «Entre otras cosas han puesto en funcionamiento gimnasios en hospitales con necesidades»

La fisioterapeuta y emprendedora granadina Cristina Sánchez anima a las empresas a colaborar y a otras instituciones como la Universidad de Granada a sumarse a este proyecto. «Es un reto muy ilusionante y con mucha gente detrás».