Desabastecimiento total en Granada de un fármaco para diabéticos promocionado por los famosos para adelgazar

En España, el medicamento se vende en dos versiones. Inyectables, bajo el nombre de Ozempic, Saxenda, Trulicity; y oral, denominado Rybelsus. Ninguno de ellos se puede comprar en estos momentos. Se ha vendido el cien por cien de la mercancía, duplicando los datos con respecto al año 2021. «Hubiéramos quintuplicado la venta si hubiese producto», señalan las mismas fuentes.

Antonio Zoido, secretario del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía, explica para quiénes están destinados estos medicamentos. «Lo recetan profesionales de medicina general y endocrinos para diabéticos tipo 2 y para personas con obesidad y factores de riesgo que no responden a los tratamientos habituales», recalca. En los últimos tiempos, el número de recetas se ha ampliado.

¿Para qué sirve exactamente? Según explica Antonio Zoido, que también es farmacéutico, ayuda al páncreas a estimular la producción de insulina, disminuye la glucosa en sangre y retrasa el vaciamiento gástrico, es decir, el tiempo que tarda el estómago en verter el contenido al intestino. «Da mayor sensación de saciedad, porque la digestión es más lenta, el cuerpo percibe que hay algo y las señales que se envían al cerebro son de que no se tiene hambre», detalla.

La razón del desabastecimiento reside, a juicio del Colegio de Dietistas-Nutricionistas, en el uso incorrecto del fármaco por aquellos que, sin realmente necesitarlo, lo usan para adelgazar. «Ponen un parche a un problema sin tener en cuenta los cambios en el estilo de vida que deben hacer a la par: buena alimentación y actividad física. Cuando se receta se marca objetivos de este tipo, y si no se cumplen se les retira», añade Antonio Zoido, que recuerda la necesidad de que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) contrate a dietistas-nutricionistas para que ayuden a combatir realmente «la pandemia de la obesidad».

Los diabéticos muestran su indignación por no poder adquirir el fármaco que necesitan. «Es imposible encontrarlo en ninguna farmacia», afirma Antonio Salinas, delegado en Granada de la Asociación granadina de diabetes (Agradi) y presidente de Juventud de la Federación de Asociaciones de Diabéticos de Andalucía (FADA). El medicamento, afortunadamente, «no es de vida o muerte», es decir, no es un sustituto de la insulina, pero ayuda a regular los niveles. Sin embargo, les preocupa que la situación se alargue en el tiempo. «Para nosotros y para las personas con obesidad es indignante que lleguemos a la farmacia y no lo encontremos porque otros están haciendo un mal uso por una moda. ¿Cómo se lo explicas a una persona mayor que se queja de no encontrarlo en ninguna farmacia?», cuestiona Antonio Salinas, que espera un «mayor control» de las recetas para poner fin al problema.