Lopetegui se acuerda al final de José Callejón
El seleccionador da siete minutos al motrileño, en un duelo en el que el portero macedonio fue Dimitrievski, formado en el filial del Granada CF
Rafael Lamelas
Domingo, 13 de noviembre 2016, 01:31
Siete minutos es un suspiro en fútbol, pero para el motrileño José María Callejón se transformaron en una eclosión de sentimientos. En el minuto 86 ... del encuentro, con el partido resuelto, el seleccionador nacional, Julen Lopetegui, se acordó de que en el banquillo tenía a un tipo de la tierra en la que jugaban, con unas ganas locas de ponerse la camiseta. Tardó instantes en estar listo para comparecer y desatar el delirio. «Callejón, callejón», atronó en Los Cármenes. Una noche sin duda especial para él, su familia y amigos, que le abrazaron con cariño en las interioridades de la instalación, donde se le veía eufórico, como un niño.
Publicidad
«Estoy feliz. Ha sido poco tiempo, pero como si fuera un partido entero. Tenía a mucha gente de casa a los que echo de menos», arrancó sonriente en la zona de mixta. Siguió radiante: «espero continuar en los planes del seleccionador. Haré todo lo posible en mi club para seguir en el mejor nivel», continuó. Al salir al césped, pensó sobre todo «en mis paisanos, en que he crecido aquí al lado. Que estaban mis padres, mi hermana, amigos, mi mujer e hijas desde Italia», repasó. Tocó poco el balón, pero estuvo a punto de anotar el quinto en un contragolpe. Se hubiera estrenado con 'La Roja'. «Ojalá llegue pronto», acabó.
Dentro del maremágnum que se congregó en Los Cármenes, había dos foco principales de interés para los seguidores locales, que representaban dos futbolistas sobre todo. Uno, José Callejón, por paisanaje. El otro, Nolito, por su pasado rojiblanco, pues militó en el Granada en la segunda vuelta de la temporada 2012 - 2013. Pero Lopetegui no se dejó encandilar por la pulsión de la hinchada. Ninguno viene siendo titular y no varió sus planes. Al final, tuvo un gesto de cariño hacia Callejón. Nolito, sin embargo, no tuvo tal dicha. Pasó por el Celta, hoy está en el Manchester City, pero se acuerda de Granada. «Me trae buenos recuerdos volver, estoy contento. Creo que queda mucha Liga y a ver si al final se puede salvar», deseó en los pasillos del estadio.
Tampoco el seleccionador macedonio, Igor Angelovski, se decantó inicialmente por Stole Dimitrievski, el entusiasta portero formado en el filial nazarí, hasta que concluyó su ciclo el pasado verano, para enrolarse en el Nástic de Tarragona. Pero Dimi iba a tener suerte, a costa del mal fario de un compañero. Aleksovski se lesionó en el calentamiento. De repente, el secundario pasó a la platea. Dimitrievski iba a tener sobre su cabeza el larguero bajo el que llegó a debutar en Primera división.
«He intentado hacerlo lo mejor posible, pero no puedo estar contento tras este resultado. Por lo demás, he disfrutado de volver a casa. Ver a muchos amigos y a parte de mi familia», declaró.
El presumible asedio español pronosticaba una jaqueca para el cancerbero, aunque el que le dio dolor de cabeza fue su compañero Velkovski en la primera parte. El zaguero le golpeó sin querer en la testa durante un lance y le dejó algo mareado. Parecía que la retaguardia de Macedonia se sostenía, pero pronto asomaron las grietas. Las abrió el ínclito Velkovski, en propia puerta.
Publicidad
En la segunda mitad terminó de amargar a Morata, pero le doblegó Vitolo, con un remate que casi escupe. Nada pudo hacer ni con el chut de Monreal ni con la acción que finalizó Aduriz. Comió pizza, al igual que el resto de su grupo. Callejón lo festejó con los suyos. No podía ser de otra manera. Día histórico.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión