España remolonea para imponer la lógica
La selección sella su pase a cuartos de final del Mundial en un encuentro trabado ante una física Senegal y que no se desatascó hasta que entraron los triples
Juanjo Martín
Domingo, 7 de septiembre 2014, 00:04
España disputará el próximo miércoles los cuartos de final del Mundial de baloncesto tras imponerse a Senegal (89-56). Los pronósticos señalaban de antemano a ... los de Orenga como claros favoritos, pero ese dominio tardó más de lo deseable en plasmarse en el electrónico. El agujero en el tiro exterior y los problemas para cerrar el rebote concedieron una prolongada tregua a los africanos, quienes no se rindieron hasta que regresó al bando hispano la inspiración desde más allá del 6'75. La selección selló así su pase a la siguiente ronda, donde espera una Francia con ganas de venganza tras el amplio revés sufrido en Granada durante la primera fase de este campeonato.
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La velocidad de Ricky en el primer cuarto la culminó Pau Gasol, eternamente en estado de gracia. El pívot de Sant Boi encontró una y otra vez la espalda de los defensores, concluyendo siempre con un mate con el que castigar al aro. Marc Gasol e Ibaka aprovecharon los segundos de relax del mejor jugador del torneo para impedir un monólogo del nuevo jugador de los Bulls. España no solo se presumía superior, sino que sabía que un disgusto frente a Senegal era simple y llanamente inconcebible. Sin embargo, la relajación tardó poco en hacer acto de aparición y los africanos se mantuvieron a una distancia prudente de los anfitriones.
Un parcial 5-0 de salida en el segundo período dio a entender que la selección iba a ponerse el mono de faena antes del descanso. Sin embargo, la falta de acierto exterior (0/8) y desde la personal (8/14) evitó que se rompiera el encuentro con más prontitud. Dada la inoperancia de su estrella Dieng -tremendo poderío bajo el aro de los nacionales con ocho tapones en la primera mitad-, los visitantes Faye y Badji consiguieron que la desventaja de su equipo no llegara a un punto inalcanzable. Para ello Senegal renunció casi por completo al tiro exterior (1/5) y se encomendó a su físico.
Hasta doce rebotes ofensivos capturaron los africanos en los dos primeros cuartos, una cantidad que algunas selecciones no han registrado frente a España ni siquiera en un choque completo. De ese modo, los trece puntos de renta al descanso se antojaron cortos y ofrecieron la falsa sensación de que el partido estaba abierto, principalmente por la inoperancia desde el perímetro de los locales y el constante martilleo del rival en la pintura.
Eso se encargó España de desmentirlo en el tercer acto, en el que los de Orenga secaron a su oponente durante los tres primeros minutos y abrieron al fin la brecha definitiva. A poco que le entraron los triples -Calderón fue el más inspirado al meter tres consecutivos-, la selección se marchó por encima de los veinte puntos de diferencia (53-31) y tan solo las dos técnicas recibidas por Rudy -enzarzado con Ndour- e Ibaka -protestas al colegiado- alteraron la armonía en la que entró el encuentro.
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A partir de ese instante, España atemperó los ánimos, repartió los minutos entre todo su banquillo y supo encontrar la fórmula para cerrar el encuentro con un resultado más acorde (89-56) a la diferencia entre ambas selecciones.
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