Torneo de Homo Sapiens de fútbol, brillante ejemplo de inclusión. C.G
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El deporte, ejemplo de inclusión

En Granada, la diferencia entre integración e inclusión en el deporte se refleja en iniciativas que van más allá de la competición, construyendo comunidad y derribando barreras

Alex Marqués

Jueves, 22 de mayo 2025, 14:41

En las mañanas granadinas, hay una energía que se siente más allá de sus calles empedradas. Es una energía accesible, bien asfaltada. Es la misma ... que se vive en los campos de fútbol, en las pistas de atletismo y en las rutas de montaña. Es la energía de una ciudad que, poco a poco, entiende que el deporte no es solo competición, sino también inclusión.

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La diferencia entre integración e inclusión no es solo semántica; es esencial. Integrar puede significar permitir, sí hasta aceptar, la participación de personas con discapacidad en actividades diseñadas para otros. Incluir, en cambio, implica diseñar esas actividades pensando en todos desde el inicio. Es la diferencia entre invitar a alguien a bailar y pedirle que elija la música.

En Granada, esta filosofía se materializa en iniciativas como la Liga Inclusiva Granadina de Fútbol 7. En la edición en curso, reúne a 13 equipos y 250 personas con y sin discapacidad, compitiendo juntos bajo un reglamento adaptado que equilibra las capacidades de todos los jugadores. No se trata de una liga para personas con discapacidad, sino de una liga para todos.

Javier Fernández, secretario de la asociación Homo Sapiens, lo resume así: «Nuestro objetivo en todo lo que hacemos es la inclusión y la normalización. Nuestros usuarios responden muy bien a estas actividades deportivas, por eso participamos desde que comenzó a llevarse a cabo esta iniciativa», explica.

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No sólo eso. «Antes de que esta forma de hacer deporte llegara, participé en varios proyectos en los que se pretendía montar una actividad solidaria en la que podían participar chicos y chicas con discapacidad», cuenta, «pero siempre nos dábamos contra el mismo muro: sólo participaban personas con discapacidad ¿Por qué tenemos que estar haciendo deporte en un rincón?, ya era hora de tener escenarios como este», revive este impulsor del deporte inclusivo granadino, otrora uno de los primeros entrenadores de fútbol en equipos de personas con discapacidad intelectual.

Otro ejemplo es el Desafío Vale de Dúrcal, una competición que combina MTB, cross y senderismo, donde personas con diversidad funcional participan tanto en la competición como en la organización del evento. Lola Mochón, directora de la Asociación Vale y una de las organizadoras, destaca la importancia de «crear espacios donde todos se sientan parte, no como invitados, sino como protagonistas», como siempre.

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Sin embargo, no siempre fue así. Hace algunos años, la liga de fútbol adaptada en Granada agrupaba exclusivamente a personas con discapacidad, algo de lo que se quejaba Fernández y que generaba desigualdades, tampoco fomentaba la verdadera inclusión. La falta de diversidad en los equipos y la ausencia de un reglamento adaptado evidenciaban que, aunque bien intencionadas, estas iniciativas no alcanzaban el objetivo de una inclusión real.

La Carrera Inclusiva Churriana Integra es otro ejemplo de cómo se puede hacer bien esta labor. Lourdes Madrona, presidenta de la Asociación Granada Integra, afirma: «La carrera apuesta por la innovación y la integración, ofreciendo a los participantes una experiencia única y reforzando su compromiso con la inclusión y el deporte para todos», subraya.

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Esta carrera es uno de los mejores ejemplos. A base de perseverancia por parte de sus creadores y de confianza por parte de sus impulsores, véase el Ayuntamiento de Churriana de la Vega en este caso, esta carrera ha pasado de contar con 300 corredores en sus inicios, a superar el millar. Se ha ubicado en el calendario de 'runners' profesionales y amateurs de toda la provincia, quienes se sacuden la empresa de adelantar a unas cuantas sillas de ruedas en su marcha, como si tal fuera una mácula en su currículum deportivo, que para algunos lo sigue siendo.

La X Carrera Azul por el Autismo, organizada por la asociación MÍRAME, también destaca por su enfoque inclusivo, ofreciendo diferentes modalidades para adaptarse a las capacidades y preferencias de todos los participantes.

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Estas iniciativas demuestran que, cuando se diseña pensando en todos, el deporte se convierte en una herramienta poderosa para derribar barreras y construir comunidad.

Inclusión, de verdad

Granada, con su historia y su diversidad, nos enseña que la verdadera inclusión no es un acto de caridad, sino de justicia. Es reconocer que todos, independientemente de nuestras capacidades, tenemos un lugar en el equipo. La pregunta que queda es: ¿estamos dispuestos a rediseñar nuestros espacios y nuestras actividades para que realmente sean de todos?

Quizás la respuesta esté ya en las pequeñas victorias que cada fin de semana se celebran lejos de los focos, en esos campos donde el resultado es lo de menos y la alineación siempre deja hueco para la diversidad. Porque en el deporte, como en la vida, se trata menos de marcar goles que de construir equipos que sumen, que abracen las diferencias y las que se convertirán en su mayor fortaleza.

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Iniciativas como el Torneo Homo Sapiens de fútbol inclusivo o las pruebas deportivas de Aspace no solo amplían las oportunidades de participación, sino que siembran una semilla que transforma la manera en que una ciudad mira a sus ciudadanos. La inclusión no es un favor, es un derecho, y ese derecho se ejerce cuando las normas se ajustan al grupo y no cuando el grupo debe ajustarse a las normas.

Es en ese gesto, en esa mirada que no distingue etiquetas, donde se da el verdadero cambio. Porque el deporte tiene una capacidad única de derribar muros invisibles. Allí, en la línea de salida o en el centro del campo, las diferencias desaparecen y solo queda el juego, la superación y el esfuerzo colectivo.

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Quizás por eso cada vez más entidades y asociaciones en Granada apuestan por la inclusión real. No es una moda ni una estrategia de marketing: es un compromiso firme con la construcción de una sociedad más justa. Una sociedad en la que nadie sea espectador de su propia vida, sino jugador activo de su propio partido.

Y así, en esta Granada de montañas y barrios que se reinventan, la inclusión en el deporte se presenta como un espejo de lo que aún podemos mejorar y también como un ejemplo de lo que, cuando se hace bien, es capaz de unir a todos en una misma camiseta.

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