La reforma del Paseo de Romayla ha generado polémica. PEPE MARÍN

Una decena de sugerencias para sacar el Paseo de Romayla del cajón

Las instituciones piden que este proyecto sea respetuoso con la historia del emblemático espacio y que el mobiliario sea tradicional y discreto

Laura Ubago

Granada

Miércoles, 31 de marzo 2021, 01:13

En noviembre 2019 el Ayuntamiento de Granada y el Patronato de la Alhambra firmaron un convenio para poner en marcha las obras del Paseo de ... Romayla. Con un proyecto municipal de 2017, redactado por el jefe de servicio de arquitectura del Consistorio, Rogelio Martín, el dinero –1,8 millones de euros– corre a cargo del Patronato.

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La primavera pasada el Ayuntamiento sacó a concurso el proyecto y ahora diez meses más tarde, se ha guardado en el cajón a la espera de conseguir el consenso social. La semana pasada, el Consistorio granadino dio un paso atrás y suspendió la adjudicación de las obras de esta reforma de la ribera del Darro para incluir las consideraciones de la Comisión Provincial de Patrimonio y de diversas asociaciones que han mostrado su rechazo a esta iniciativa tal y como está planteada.

La pausa se invertirá en incluir en la remodelación las indicaciones de la Junta, de la Unesco y de instituciones públicas y privadas como el Colegio de Arquitectos de Granada y conseguir así el máximo respaldo social para este controvertido proyecto.

La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Granada, de la Junta, informó favorablemente pero puso cinco condiciones: recuperar los tramos de Acequia Real que puedan existir; presentar un plano del alumbrado; eliminar la farola propuesta para la plaza de Chirimías y usar un pavimento más homogéneo de cantos rodados; optar por el mobiliario urbano más tradicional y realizar la correspondiente intervención arqueológica.

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El ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), que es una organización internacional no gubernamental asociada con la UNESCO, apuntó que este parque no puede ser como los demás, teniendo en cuenta el entorno en el que se inserta, y recomienda que restrinjan al mínimo esencial todos los elementos de mobiliario urbano como pérgolas, escaleras, luminarias, barandillas, bancos, papeleras, sanecanes, hitos y fuentes y que para ello debe replantearse su diseño. En cuanto a la iluminación, pide que sea tenue durante el día y prácticamente inexistente durante la noche, que se emplee separación vegetal sin barandillas, y que se estudien los jardines históricos para integrar en el diseño su traza y las especies originales. También pide que el pavimento sea de cantos rodados y que se realice un estudio arqueológico completo.

«No es un boicot»

Una de las voces más críticas con el proyecto fue la Real Academia de Bellas Artes de Granada y ahora se quejan de que sus aportaciones hayan sido consideradas «como un boicot». Para ellos falla el concepto ya que no se debería hablar de paseo sino la recuperación del antiguo paisaje de cármenes al pie de la Alhambra y habilitar un espacio patrimonial de uso público.

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Para la Real Academia de Bellas Artes la actuación debería ampliarse hasta el acueducto, las ruinas de los molinos ubicadas en sus entornos y el arranque tradicional de la cuesta del Rey Chico. Esta institución critica los jardines «extraños», los muros de hormigón armado y el ascensor para el que existen alternativas «menos agresivas».

El Colegio de Arquitectos de Granada mostró en su momento el apoyo al proyecto y fue desgranando argumentos ante las críticas tras recordar que tiene todos los parabienes legales.

«Entendemos que no cabe duda de la finalidad del proyecto, que no es otra sino la recuperación y adaptación para el uso, disfrute y conocimiento de un espacio desconocido para la ciudadanía y que representa como ninguno los valores y el concepto de paisaje cultural», apuntan desde el Colegio. Desde esta institución recuerdan que existe una intervención arqueológica puntual en la margen izquierda del Río Darro, que recoge la actividad realizada desde 2017 a lo largo de todo el recorrido de la acequia, y gracias a la cual «se ha obtenido información valiosísima para el desarrollo de futuros proyectos de recuperación».

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Una vez incorporadas todas las sugerencias, el proyecto será de nuevo sometido a las recomendaciones y autorizaciones que la Ley de Patrimonio Histórico establece al respecto, según ha informado el propio Ayuntamiento que a partir de ahí seguirá todos los trámites y volverá a sacar a concurso este controvertido proyecto que pretende reformar la ribera del río Darro, a los pies de la Alhambra, algo demandado por los granadinos.

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