Seis bienes culturales granadinos optan a ser protegidos como Patrimonio Histórico andaluz
Cultura propone además calificar como Bien de Catalogación General las fiestas de conmemoración de las Capitulaciones de Santa Fe
Daniel Olivares
Miércoles, 12 de abril 2017, 03:26
El Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz contará en los próximos meses con seis bienes culturales granadinos más en el listado, lo que ampliará a ... más de 680 el número de bienes inscritos. Esta cifra, que supone casi la quinta parte del Patrimonio Histórico Andaluza, mantendrá a Granada como la provincia de la comunidad autónoma que más elementos patrimoniales protegidos tiene en Andalucía. La Consejería de Cultura, a través de su Delegación Territorial en Granada, mantiene en proceso seis expedientes para tratar de cerrar la incorporación de esos bienes al catálogo.
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Incoado desde el pasado 8 de marzo se encuentra el expediente del Paisaje Megalítico de Gor, que afecta a cuatro municipios: Gor, Gorafe, Guadix y Villanueva de las Torres. Y actualmente Cultura trabaja para proceder a su inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural (BIC) para el año 2017 a las Fiestas del Cascamorras (Guadix y Baza) y los Mosqueteros del Santísimo Sacramento de Béznar (Béznar y Lecrín), como actividades de interés etnológico; el Fuero de Baza, como bien mueble en la tipología de documento; y el Antiguo convento de Santo Domingo de Baza, en la tipología de monumento. Por último, como Bien de Catalogación General (BCG) mantiene la propuesta de inscripción de la Capitulaciones de Santa Fe, también como actividad de interés etnológico.
Con la inscripción de estos bienes, Granada contaría en el catálogo con 681 bienes culturales con protección jurídica (675 en la actualidad), lo que supone casi una quinta parte (18%) del Patrimonio Histórico Andaluz. Esa cifra sitúa a la provincia a la cabeza de Andalucía, con un centenar más de bienes catalogados que la siguiente en el listado, Córdoba, que cuenta con 568. En total, el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz cuenta con 4.005 bienes culturales inscritos hasta la fecha. Se da la circunstancia de que las tres fiestas que se proponen incluir, Cascamorras, Mosqueteros y Capitulaciones serían las primeras de interés etnológico inscritas por Granada.
Gor:Paisaje megalítico
El hilo conductor que justifica la inscripción en el Catálogo General de Patrimonio Histórica Andaluz del Paisaje Megalítico del Río Gor es, según la Delegación de Cultura de Granada, la ocupación del valle del río Gor durante la Prehistoria Reciente, un proceso histórico que ha quedado testimoniado por elementos arqueológicos de gran relevancia patrimonial, entre los que destaca especialmente uno de los complejos megalíticos más excepcionales no sólo de la comunidad autónoma andaluza, sino de toda la península ibérica e incluso a nivel europeo.
Además de constituir la más antigua muestra de arquitectura monumental en piedra, el megalitismo constituye un fenómeno con una innegable proyección territorial y paisajística, que ilustra la socialización de los espacios geográficos para construir paisajes históricos. El Paisaje Megalítico del río Gor es uno de los ejemplos más relevantes de esta dimensión paisajística y territorial. El patrimonio arqueológico conservado en nuestros días está compuesto por 155 sepulturas megalíticas, agrupadas en 10 necrópolis que recorren el territorio, articuladas a lo largo del cauce del río y distribuidas por las terrazas que descienden desde el glacis y en el mismo borde de éste. Su construcción se fecha entre finales del Neolítico y la Edad del Cobre, aunque su uso y reutilización pervive al menos hasta época romana.
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Guadix y Baza: Cascamorras
El ritual festivo del Cascamorras constituye una de las expresiones culturales mas importantes de la provincia de Granada, especialmente relevante en las comarcas de Guadix y Baza. Su celebración responde a la conmemoración de un episodio histórico particular que se remonta siglos atrás, y que ha servido como argumento para la recreación continua de la celebración. Las complejas relaciones sociales entre los pueblos de Guadix y Baza, tienen su máxima expresión en la celebración del Cascamorras, cuando ambas localidades pugnan por la custodia de la imagen de la Virgen de la Piedad.
La celebración permite canalizar la tensión social que desde antaño existe entre las dos localidades a través de la fiesta comunitaria, y además ofrece un espacio libre y espontáneo para recrear un tipo de religiosidad popular muy singular. El origen de la fiesta se remonta al siglo XV, cuando tras la conquista cristiana de Baza, el accitano Juan Pedernal descubre una imagen de la Virgen en los escombros de una antigua ermita en la que se encontraba trabajando con un grupo de albañiles. El hecho derivó en un pleito entre Guadix y Baza por la custodia de la imagen que tardó años en resolverse. Finalmente Baza obtuvo la custodia de la imagen y Guadix el derecho de dedicar a la Virgen una función anual.
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A partir de entonces, cada año, a principios de septiembre, una comitiva accitana formada por las autoridades, algunos vecinos y el obispo, viajaban hasta Baza haciendo uso de su derecho de celebración. La comitiva era acompañada por una especie de bufón que amenizaba el viaje, y que a la llegada a Baza increpaba en tono burlón a los vecinos, amenazando con robarles la Virgen de la Piedad, mientras que los bastetanos trataban de impedir su paso por las calles del pueblo. Este bufón sería el origen del Cascamorras. Desde entonces, cada 6 de septiembre el personaje entra en Baza con la intención de llegar al Templo de Nuestra Señora de la Piedad y llevarse la imagen sagrada a Guadix. Los bastetanos impiden que lo logre dificultando su carrera e intentando mancharlo con pinturas y aceites de color negro. Si alguna vez el Cascamorras llegara limpio al templo, podría llevarse la Virgen de la Piedad a su pueblo.
Béznar: Mosqueteros del Santísimo
La celebración de los Mosqueteros del Santísimo Sacramento de Béznar, entienden desde Cultura, «constituye un fenómeno festivo de un importante valor etnológico y patrimonial». El origen de la fiesta es la conmemoración de un episodio de la historia local que tuvo lugar a mitad del siglo XVI, cuando las políticas intransigentes de Felipe II hicieron crecer el descontento entre la población morisca, que llevó a cabo actos subversivos contra el orden cristiano.
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En el año 1566, un grupo de moriscos sublevados secuestraron el Santísimo Sacramento de Béznar, provocando la movilización de los bezneros que, armados con mosquetes, consiguieron rescatarlo. Desde entonces el primer fin de semana de cada año el pueblo de Béznar rememora aquel episodio histórico con una serie de actos en los que los protagonistas centrales son los mosqueteros, un grupo de vecinos que se visten con el traje tradicional y empuñan los mosquetes, como hicieran antaño los bezneros que rescataron el Santísimo Sacramento. Durante todo el día los mosqueteros desfilan por las calles del pueblo haciendo tronar sus mosquetes al aire, escenificando una serie de actos de corte militar como son el despertar de la tropa, el pase de revista, el homenaje a los mayordomos, la custodia del Santísimo durante la misa o el baile de la bandera en honor a San Antón.
En su origen la fiesta de los Mosqueteros de Beznar se definía como una conmemoración, caracterizada por estar fuertemente anclada a un hecho del pasado, poseer un guión estricto que marcaba todo el tiempo festivo, y establecer una clara diferencia entre el rol desempeñado por protagonistas y espectadores. Actualmente la fiesta está más cercana a la celebración, ya que el vínculo con el hecho pasado queda en un segundo plano, el guión festivo es más flexible y la frontera entre espectadores y protagonistas más difusa
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En cualquier caso, la fiesta de los Mosqueteros constituye un referente de la memoria colectiva local, considerada por los vecinos de Béznar como un patrimonio propio estrechamente unido a la identidad local, que encuentra en la celebración de los Mosqueteros un escenario para su continua expresión, reafirmación y redefinición.
Santa Fe: Capitulaciones
La inscripción de la 'Fiesta Conmemorativa de la Firma de las Capitulaciones de Santa Fe' en el C.P.G.H.A. se justifica por la singularidad de dicha actividad dentro del Patrimonio Inmaterial de Andalucía. Esta expresión cultural conmemora uno de los episodios más importantes en la gestación del Descubrimiento de América. En abril de 1492 tuvo lugar en Santa Fe un hecho que fue crucial para que aquél se hiciera posible. La firma de las Capitulaciones supuso la reconsideración del proyecto de Cristóbal Colón por parte de los Reyes Católicos y el establecimiento por escrito de las condiciones bajo las que tendría lugar la financiación del viaje, y las consecuencias y beneficios que el mismo tendría para los implicados, motivo por el cual se considera que este acuerdo fue el verdadero inicio del descubrimiento del Nuevo Mundo. Este hito ha generado toda una serie de celebraciones que conmemoran cada año en el municipio de Santa Fe el acuerdo firmado el 17 de abril de 149 y que se han convertido en una expresión cultural de un fuerte arraigo, capaz de movilizar a los vecinos del pueblo.
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Convento de Santo Domingo de Baza
La arquitectura religiosa de Baza constituye uno de los componentes fundamentales de su patrimonio cultural. También es evidente el papel de Baza en la expansión del cristianismo en el reino de Granada. Las órdenes religiosas se encargaron de propagar y exaltar este nuevo triunfo mediante la construcción de iglesias y conventos, proceso habitual en estos casos como símbolo del nuevo poder eclesiástico.
La declaración como Bien de Interés Cultural del Antiguo Convento de Santo Domingo se fundamenta en su gran valor histórico, pues los restos que quedan del primitivo complejo conventual (parte de la iglesia, claustro, escalera principal y zona de huertas) representan el testimonio vivo del establecimiento de la rama masculina de la orden dominica en la ciudad de Baza. Esta comunidad ejerció una importante función en la recristianización de la ciudad disputándose con los franciscanos la hegemonía en la dirección espiritual de los accitanos. Los religiosos también juegan un papel importante en la movilización de las tropas francesas en 1810, lo que motivará su huida.
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Por lo que respecta al valor arquitectónico y artístico del inmueble, éste se traduce en la monumentalidad de su claustro y en las cualidades estéticas de su iglesia, en la que destaca el alfarje de los pies, y la escalera principal del convento, todos ellos espacios de marcado estilo barroco.
El Palacio de los Marqueses de Cadimo es una de las manifestaciones arquitectónicas más representativas del neoclasicismo bastetano y, también, granadino. El inmueble se halla unido a los restos arqueológicos de la iglesia parcialmente conservada del antiguo Convento de Santo Domingo, ya que para su construcción no solo fueron adquiridas a los religiosos varias propiedades colindantes al citado templo, sino que a mediados del siglo XIX, su nave lateral derecha se vio integrada en el palacio, fruto de la ampliación de este último por su parte posterior.
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El edificio presenta, por tanto, un alto potencial arqueológico tanto por los vestigios que presenta en superficie como por aquellos otros que puedan hallarse en el subsuelo.
Fuero de Baza
El documento del Fuero de Baza, como todos los documentos de archivo, tiene la característica de que es un ejemplar único. «Además goza de la de la ingenuidad y objetividad, al registrar hechos tomados del acontecer inmediato que no comportan elementos de crítica subjetivos, habiéndose producido de forma natural dentro del desarrollo funcional y legal de una corporación municipal a finales del siglo XV», detallan desde Cultura. El fuero de Baza es el único redactado en tiempo de los Reyes Católicos, otorgado, casi tres años después de haber concluido la Guerra de Granada, porque antes tuvo la propia Baza otro fuero adoptado del de Sevilla. Es por tanto el último fuero medieval castellano.
El documento regresó a la localidad bastetana en mayo de 2015 de manos de los agentes del Grupo de Delitos contra el Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Murcia, artífices de recuperar 30 documentos de gran valor histórico, entre ellos, 15 de Baza y el resto de Guadix y Granada. Un investigador bastetano descubrió el documento cuando iba a ser subastado en Madrid y lo puso en conocimiento de esta unidad especializada de la Benemérita. El día de la subasta, prevista para el 16 de octubre de 2014, agentes de esta Unidad se personaron en la casa de subastas y recuperaron el documento unas horas antes.
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